Capítulo Doce
Un trío de cuatro
Escrito por Dark Juliet
Madison caminaba con Drew de la mano, él no
hacía ningún intento de soltarse ni ella hacía amago alguno por dejarlo libre.
Lo llevó hasta el jardín donde había perdido su miedo tiempo atrás. Era lo
único salvable de su relación con Damian, él le había ayudado a perder ese
terror que sentía de herir a cualquiera que se atreviera a tener contacto con
ella.
Drew se detuvo y esto hizo que Madison se
obligara a imitarlo. La observaba atentamente, ella no noto lástima ni pena en
su mirada, así que guardó esa careta de agresividad con él.
—¿Ya estás bien Mady?
Madison asintió soltando la mano del muchacho,
se sentó en una de las bancas alejándose de él, sin embargo Drew se acercó
nuevamente a ella.
—Debes perdonar a Carter, en ocasiones es un
poco idiota.
Madison pensó en cómo lo haría sufrir
Maritxell y volvió a asentir con una ligera cabeceada. Julieta llegó en ese
momento, no iba sola, iba con Alessandro, un nuevo amigo que las había aceptado
tal y como eran.
Alessandro a pesar de ser muy serio, era una
persona realmente cálida y amable; nunca las juzgaba y al ser mayor que ellas
por dos años, era quien las aconsejaba y cuidaba.
Alessandro se acercó a Madison y la tomó de
las manos.
—¿Cómo andas pequeña?
Madison bajo la cabeza, nadie la hacía llorar
con tan solo mostrarse preocupado por ella salvo Aless.
—Vimos lo que pasó y por eso te estábamos
buscando —dijo Julieta con gesto de pena— no podíamos dejarte sola, no sería
justo.
—¡Oye! —exclamó Drew viéndola fijamente a los
ojos— yo estaba con ella, incluso cuando el idiota del profesor la amenazó.
—¿Qué maestro te amenazó Madison? —ese fue
Alessandro levantándole la cabeza y dejando ver las lagrimas que corrían por
las mejillas de la muchacha.
—Damian, él me amenazó ya dos veces el día de
hoy… Aless no puedo hablar de esto hoy… no… Carter es un… estoy harta de mi
hermana… ella solo arruina mi vida…
Alessandro, Julieta y Drew no dijeron nada,
pero de todos modos se sorprendieron de ver el cambio en la expresión de
Madison. De tener un rostro totalmente triste, ahora era fría e inexpresiva. Se
levantó sin más, caminó hasta el umbral de la puerta donde les mandó una
sentencia desde el hombro.
—Pueden estar conmigo o contra mí, realmente
espero que sigan a mi lado todos ustedes.
Julieta corrió a su lado y la tomó de la mano,
Alessandro después de suspirar hizo lo mismo. Drew cerró un momento los ojos,
ella lo había incluido y jamás se había sentido tan bien con una aceptación en
un grupo, abrió los ojos y sonriendo se acercó a ellos.
Carter estaba molesto, ahora entendía porque
el amor de su vida se había alejado de él. Esta vez no era su culpa, se sentía
tan bien ser inocente aunque fuera por una vez en su vida. La razón de su
tormento iba saliendo de la oficina del profesor Silver, frunció el ceño al
verla salir acompañada por su mejor amiga, en las manos llevaba dos extraños
libros negros. Iba a seguirla pero el recuerdo de los labios de Madison sobre
los suyos aun estaba muy presente en su mente, sabía que debía disculparse por
tratarla mal pero eso sería darle una idea equivocada. Lo mejor sería olvidar que
alguna vez pasó algo con Mady, sin importar que su boca fuera más dulce que la
de su hermana.
***
El tiempo pasó, el grupo de Madison estaba
siempre junto, ni siquiera Drew que era de los “populares” se alejaba de ellos.
Maritxell había notado el cambio de actitud de
su hermana desde que le había pedido el libro y Mady se negara a dárselo.
Maritxell amenazó, pataleo e incluso trató de espantarla con su poder pero nada
sirvió. Maritxell sabía que la culpa de ese cambio la tenía Carter, de desearlo
había pasado a odiarlo. Ya se había dejado ver con otro muchacho que calmaba
sus ansías mientras Damian se preparaba para rogar.
Ese día Carter ya no la molestó con miradas o
palabras llenas del ardor de su amor, ese era un cambio bueno. Damian también
había sufrido una transformación, las miradas hacía Mady eran de deseo sí, pero
también de odio.
Maritxell debía solucionar esto de una vez por
todas, el poder de su hermana iba en aumento, pronto la alcanzaría. Ella no lo
permitiría, Carter seguía siendo su carta maestra y no dudaría en usarla una
vez más.
Damian miraba a Madison, le había jurado
venganza y era momento de cumplirlo. Aunque la idea no le atraía en demasía,
tenía que formar equipo con Calliope, tendría que rogar y él lo sabía. Pero,
¿Qué tendría que prometerle a Calliope? O peor aún, ¿Qué le pediría a cambio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario