Un Día Diferente
by Felin
Era una tarde de verano tranquila como la mayoría
cuando el calor es insoportable, incluso en las calles hay pocos automóviles circulando y muy poca
gente caminando, normalmente en este
tipo de días si la gente no necesita salir de sus casas no lo hacen.
El calor estas últimas semanas es insoportable durante
las 24 hrs del día. Y hoy precisamente es una tarde de esos días.
De esos días que las calles están desiertas.
Ethan de 25 años se la ha pasada dando vueltas
incesantes en su dormitorio hablando, preguntándose y contestándose el mismo,
hace un ademán raro y repetitivo con las manos cada vez que lo hace y el tic
nervioso del ojo izquierdo hoy ha sido más frecuente de lo normal, esta vestido
con una camiseta y está en calzoncillos; sabe que hoy es el día, ya no lo puede
posponer más, es hoy o nunca. Algo que durante todo el día le ha impedido salir
de su dormitorio es precisamente el calor.
Pero sabe que debe hacerlo. Rebusca
en su armario el atuendo perfecto dudó si utilizaría su camisa blanca o negra,
pero después de pensarlo saco la camisa blanca esa que tiene las alas negrass
en la espalda y en la parte delantera con letras negras está bordado las
palabras Fallen Angels.
Después de darse una ducha rápida
se arregló perfectamente para su gran cita, revisó dos veces su atuendo en el espejo que tiene
en su recamara, algo que su hermana la critico mucho cuando lo hizo ya que
tiene una pared completamente de espejo y eso es muy raro en un dormitorio de
hombre. Pero siempre es tan meticuloso con su apariencia que nunca estaría de
más tener una zona amplia para poder verse y comprobar su apariencia.
Busco su mochila negra esa de una
sola asa y se la puso metiendo antes algunas cosas que tenía junto a su ropa,
revisó su cartera, que el celular tuviera pila; todo parecía estar en orden y
salió de su habitación perfectamente listo para cualquier cosa.
Entró en la pequeña cocina abrió
el refrigerador y saco una lata de Tecate , la destapó y se la tomó en tres
tragos
Buscó sus llaves y tomó unos
chicles que estaban a un lado de ellas y comenzó a masticarlo, cerró
perfectamente la puerta con las dos chapas de seguridad y bajo corriendo las
escaleras, saltando un escalón en cada paso. Salió del edifico de ocho pisos y
tan solo había dado dos pasos fuera de el…
—¡Taxi! — mientras estiraba su
mano, solo tuvo que llamarlo una vez y se detuvo frente a él. — ¡Buenas tardes!
—Dijo casi en un susurro mientras entraba al automóvil— voy a la zona rosa,
cerca del ángel.
—¿Sobre reforma? —Pregunta el
taxista— ¿Cómo desea que me…?
—Da lo mismo —contesta Ethan mientras
observa por la ventana mientras observa que comienza a anochecer.
—¿Qué calor hace no joven? —trata
de hacer platica el taxista, pero después de casi un minuto en silencio el
chofer sabe que no va a recibir respuesta alguna. Aunque no debería en un semáforo
compra un cigarrillo— ¿le molesta si…? —Ethan solo responde con un movimiento de la mano de que no le
importa.
Saca su celular y marca.
—Ma… hola —dice hablando en un
susurro poco audible para el taxista— si… prometo este finde voy a verte… muy bien… no para nada… yo le hablo
mañana… no se me olvida… aja… —sigue hablando pero cada vez alza más la voz— te
hablaba, porque una camisa… ¿te acuerdas la de las alas? Pues se me manchó de
sangre y quiero saber cómo la puedo lavar sin que…
El taxista lo observa por el
espejo retrovisor, y la llama la atención que esa camisa que lleva tiene unas
alas, es imposible que hable de la misma camisa porque va perfectamente
arreglado, lo ignora mientras suena insistente el claxon a dos chicos que se
atravesaron frente a él y tuvo que
frenar intempestivamente para no atropellarlos.
—¡Pendejos… hijo de la chin…!
—Grita mientras vuelve a poner en marcha el automóvil.
Ethan cuelga el teléfono y busca
en su mochila algo. Y marca un nuevo número.
—¿Cruz Roja? —Pregunta muy tranquilo—
hablaba para reportar un accidente automovilístico….
El chofer busca rápidamente en
todas las direcciones el accidente que dice el chico, pero no ve nada y creé
que es uno de esos chicos idiotas que hace falsas llamadas a emergencias.
—Puta madre… —maldice para que lo
escuche— esas llamadas…
—Cerca de Ángel, Reforma y Génova… —Ethan sigue hablando—
dirección al centro, es un taxi… —levanta la mano derecha y pone la punta de la
pistola en la parte trasera del taxista, dense prisa que… —cuelga el teléfono
al mismo tiempo que jala el gatillo de su pistola.
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