Pequeños Cambios
By Felin28
―¡Hola
hermosa! ―Entra
en la habitación y en una de las mesitas junto a la cama deposita una charola
con el desayuno y una Lily roja (que es mi flor favorita), entonces se acerca a
mí y me da un beso en los labios, cuando ve que apenas entreabro los ojos se
acerca al ventanal que tenemos en nuestra habitación y abre las cortinas al
mismo tiempo que deja caer el pestillo
de la ventana y con un leve empujón las abre para que la habitación se ilumine
con los rayos del sol y entre el fresco de la mañana a la habitación.
A pesar de poner casi siempre su pose de “no me importa
nada” es que es la persona más cursi, romántica, sexy, apuesto, galán y todos
esos términos que nosotras las mujeres amamos en ellos. Pero yo que lo conozco
perfectamente sé que esa pose solo es una fachada y ama esos detalles, la vida…
esa vida que a veces depende de un hilo y no sabemos cuándo se romperá y todo
es por mi culpa.
―¿En
serio? ―digo
lamentándome tratando de fundirme de nuevo entre las sabanas ocultando mi
rostro bajo la almohada, tratando de ignorarlo y seguir sumida en mis sueños,
pero ese olor me mata y no me puedo contener― ¿en serio? ―vuelvo a quejarme arrastrando las palabras y
saliendo de debajo de mi escondite, para verlo sonreír con esa hermosa sonrisa,
viéndome con esos ojos soñadores y encantadores que simplemente me derriten.
―¡Buenos
días hermosa mía! ―Damon
dice alegremente mientras se deja caer en la cama junto a mi― y sipi, en serio ―
acerca su rostro al mío.
Incluso antes de poder sentir su calidez puedo saborear esos
labios que son mi perdición, pero como sabe que es una de mis debilidades se
muerde los labios ligeramente para retarme, puedo sentir su respiración sobre
mi piel que se eriza en un instante y él
tranquilamente humedece sus labios mientras me mira directamente a los ojos, este
es uno de esos momentos dramáticos que a él le encanta hacer para tenerme al
borde, aunque siempre estamos en un estira y afloja, porque al final uno de los
dos se rinde, nunca nos podemos contener y rompemos la actuación dramática del
otro en cuestión de segundos.
Yo esta ocasión es que no logro resistirme demasiado estiro
mi mano derecha sobre su cabeza, tomo entre mis dedos su cabello perfectamente
arreglado y sedoso y la jalo hacia mí
para poder besarlo como Dios manda y no quedarme solo con el roce con el que me
despertó.
Por unos segundos dejo que nuestras respiraciones se mezclan,
y acercó lentamente mis labios a los suyos sin titubeos y comienzo a darle unos
pequeños mordiscos en su labio inferior esperando que abra sus labios y poderme
introducir dentro de él, pero no lo hace. Hace todo lo contrario y cierra sus
labios y entre sus dos manos me toma el rostro de una manera firme pero a la
vez tiernamente y me mira a los ojos con esa sonrisa encantadora y me da un
beso tierno sin juegos ni nada en los labios. Un simple roce.
¡Un simple roce! Esto
no puede estar pasando, no me puede dejar así, no es justo... y no pienso
dejarlo que se alejé así de mí.
―¿En
verdad? ―digo
molesta en cuanto se levanta de la cama antes de que lo pueda detener de alguna
manera.
―¡Wow!
―dice
sonriendo―
creo que hoy alguien se ha levantado con ganas de… y de mal humor parece.
―Si
querer besarte es haber amanecido con ganas, ―suspiró― sí, si tienes toda la razón, muero por estar
contigo, de sentirte, de saborearte de...
―Pequeña,
mi dulce y atrevida Felin ―se
queda parado frente a la ventana viendo hacia afuera― cuantas veces te he
dicho que no puedes ser tan arrebatada y que ese mal humor puede...
―¡Jodete!
―indignada
me pongo de pie buscando mi ropa para largarme de ahí.
―Veo
que has arrancado una página de mi diario de venganzas sexuales ―Damon
muy serio dice―
y si esto te satisface, créeme que me estas matando.
Yo medio desnuda ya que solo he encontrado mis bragas
volteo a verlo con cara confundida al no
comprender a que se está refiriendo.
―¿De
qué demonios estás hablando?
―Sip,
definitivamente has leído mi diario, porque con esto me estas matando ―sonríe
al mismo tiempo que hace una mueca de dolor― lenta y dolorosamente haciéndome sufrir con tu
cruel y despiadada venganza sexual que osas usar en mi contra.
No me puedo contener y suelto una carcajada.
―¡Eres
un...!
―¿Amor,
sexy, apuesto, irresistible, el amor de tu vida, encantador, tu príncipe azul
en su corcel blanco...?
Lo interrumpo acercándome a él poniendo un dedo sobre sus
labios para hacerlo callar, porque si dejo que diga una palabra más su ego
llegará al cielo y no habrá quien lo pueda soportar.
―La
verdad es que estaba pensando en otro tipo de adjetivos más certeros que los
que has dicho ―ahora
soy yo la que se muerde el labio inferior.
―Entonces...
―suspira―
¿Amo, esclavo sexual, un... ―
esta vez lo callo con un beso.
―No
precisamente, pero me has dado más opciones... ―ahora él es quien me
interrumpe tomándome entre sus brazos y haciéndonos girar unas cuantas veces
antes de dejarnos caer en la cama.
―¿Se
puede saber porque…? ―comienza
a decir y me suelto de su agarre y me pongo de pie nuevamente y sigo buscando
mi ropa.
―Me
tengo que ir a casa por… ―soy
pésima mintiendo y trato de ganar unos segundos para pensar en algo―
tengo… que hacer un…
―Un
mejor intento para aprender a mentir mejor ―dice mientras se acerca y trata de abrazarme y
aunque trato de esquivarlo es que no fui lo suficientemente rápida, o quizá mi
subconsciente me traicionó y quise que me atrapara entre sus brazos―.
No sé porque sospecho que ya hablaste con mi hermanito Stefan y has cambiado de
opinión respecto a…
―¿No
sé porque dices eso Damon? a Stefan no lo he visto desde hace un par de semanas
―agrego
al ver su rostro―
y ni por mail, ni teléfono, ni señales de humo… en la cena que hubo en tu casa con tus padres, fue la
última vez que hable con él y hasta eso fue de manera austera hablando del
colegio y trivialidades como películas…
―Entonces,
me―
puedes explicar cómo es que de la nada decides marcharte dejándome así ―hace
un gesto con sus manos―
y ni siquiera has probado lo que con tanto cariño y sabes perfectamente que
odio meterme a la cocina… si por mi hubiera sido te hubiera traído pizza o
comprado un Subway para más rápido, pero no… ―comienza a hacer un puchero― se lo que amas los
hotcakes con tocino, miel de maple, fruta, café… ―se acerca a la charola y
toma la flor y camina hacia mí―
además no creo que te atrevas a irte sin tu ropa… ―sonríe maliciosamente―
porque por muy rápido que lo hagas, alguien podría…
―Damon,
en verdad no seas niño con esa actitud… necesito irme ―digo entre un suspiro―
en verdad te agradezco que hayas preparado todo esto para… hoy no es un buen
momento para hacerlo y si no me voy yo…
―Si
no te vas, ¿qué puede pasar?
Sé que desde hace un año nos hemos preparado para esto, se
lo prometí pero no puedo hacerlo, siento que si lo hago seré egoísta como lo he
sido toda mi vida y lo amo tanto que no puedo permitirme que suceda, no es el
momento. Rara vez pienso en los demás normalmente soy yo, después yo… y al
final yo, pero con él sencillamente no puedo ser así y es curioso casi siempre
termino haciendo todo lo que me pide, es por eso que me tengo que ir de aquí,
lejos de él.
Quizá es momento de…
―En
serio, ¿estás pensando en irte y dejarme? ―dice sorprendido y yo lo veo extrañada― no necesito un poder
para adivinar eso, ¿Cuántas veces te he dicho que no puedes ocultarme nada,
eres tan expresiva y estos tres años juntos he aprendido a leerte en todos los
aspectos.
―Por
lo mismo debes entender, entender mi punto de vista.
―Eres
un brujo con excelentes dones… y lo que pretendes hacer, por mí ―digo
dolorosamente―
algún día te arrepentirás y no puedo cargar con ese…
―Y
tú eres la vampiresa más sexy, ardiente a la que amo con todas las fuerzas del
mundo…
Aunque no quiero, hace tanto tiempo que mi pasado lo he
olvidado, mejor dicho, quise olvidarlo… es curioso que se repita lo mismo, la
misma situación, la única diferencia es que yo no rompería mi promesa y terminaría
la relación de aquella manera, Klaus me olvido después de estar juntos demasiados años que perdí la cuenta después de que me
transformó, olvidándome de mis raíces, de mi familia… renuncie a mis poderes
por él, hasta que apareció Bonnie que quizá le era más útil, ya que la última
vez que supe de ellos, ella seguía siendo una bruja.
Y aunque no me arrepiento por lo que viví con Klaus, creo
que Damon es demasiado joven para tomar la decisión de transformarse como lo
era yo e intentar vivir una eternidad juntos es que no se si sea la mejor idea
del mundo.
―Damon
en verdad trata de entenderme no puedo… no puedo verte morir, no puedo permitir
que renuncies a…
―¿Sabes
una cosa? ―con
ambas manos toma mi rostro y lo acerca peligrosamente al suyo― Yo sé ―dice despacio―
que Klaus fue tu primer amor y no podré hacer absolutamente nada para borrar
eso, pero ―sus
labios están a tan solo un par de centímetros de los míos― yo pretendo ser el
último de tu vida… de nuestras vidas y me importa cuánto tiempo me lleve para
conseguirlo… eres el amor de mi vida y lo que pretendo hacer créeme no es
absolutamente un sacrificio, simplemente es dar un paso más cerca de ti, de tú
corazón ―pone
un dedo sobre mis labios para hacerme callar― y daré todos los necesarios para estar junto a
ti, y créeme que sí tú…
―¿Me
estás amenazando? ―lo
observo confundida, una parte de mi lo hace molesta y la otra divertida―
¿Damon si crees que eso puede…?
―Espero
―una
voz ronca habla a mi espalda y me hace erizar cada centímetro de mi piel, desde
hace mucho no lo había escuchado, estaba tan absorta con mi pelea de hacer lo
correcto por primera vez que ni siquiera sentí que estuviera cerca, tan cerca
como en estos momentos―
no interrumpir, pero viéndote ―se
coloca frente a mi―
creo que o llegué tarde o llegué demasiado temprano.
―¡Klaus!
―digo
tratando de controlar mis nervios, mis ansias― ¿qué estás haciendo…?
―Me
parece mi bella dama que esa pregunta se la estas formulando a la especie
equivocada ―sonríe
mientras se hace a un lado para que pueda ver a Damon que esquiva mi mirada―.
He sido invitado a hacer… ―mientras
habla camina al balcón despacio―
jamás creí que te convirtieras en…
―Ten
cuidado con tus palabras ―amenazadoramente
habla Damon―
porque puedes…
―Esta
juventud ―habla
con desdén―
¿sabes Felin? Nunca creí que necesitaras quien te defendiera, tú la temible…
¿cómo es que te llamaban?
―¿Qué
estás haciendo aquí? ―sigo
buscando con que cubrirme que sigo medio desnuda― creo que…
―¿Sabes?
―se
acerca a mí y me toma del brazo―
eres tan hermosa como recuerdo, y buscar trapos para cubrirte… ¿para qué? Conozco
de memoria cada centímetro de tu piel ―con
un dedo comienza a recorrer mi brazo―
y me parece que no debes de avergonzarte de nada para…
―¿Qué
tú seas un promiscuo exhibicionista? ―me
muerdo el labio inferior―
no quiere decir que todos seamos igual de mierda, como tú comprenderás.
―Esa
se parece más a la Felin que recuerdo y no la niña cobarde de hace unos
minutos.
Mierda, ¿ ha estado el
tempo suficiente, cerca cómo para que se enterara de mis últimos miedos?
―Pues
ya viniste, checaste, así que creo que te puedes largar a la mierda con tu
ultimo juguetito a menos que tengas una nueva adquisición, que al final da lo
mismo, así que si no te importa ―camino
dándole la espalda y acercándome a Damon―
no te quitamos más tú tiempo que tenemos cosas más importantes que…
―Pues
eso depende de tú noviecito amore y en verdad ―toma asiento en uno de
los sillones―
aún no puedes superar que yo… ―comienza
a reír a carcajadas―
pero por supuesto, ¿cómo es que no se me había ocurrido? Todo esto es por el
miedo, por tú miedo a que te abandonen nuevamente.
―Puta
madre Klaus ―digo
sorprendida―
¿en tu diminuta cabecita crees que tú me dejaste? Pues lamento decirte que
tienes después de tantos años algunas lagunas mentales, cierto te diste cuenta
que Bonnie en este caso te era más útil
a tus ambiciones y tenía que convencerla de alguna manera a que
estuviera de tu parte, y si amándote como lo hacía en aquel momento decidí
dejarte libre, y si te soy sincera, estaba un poco aburrida y creí que era el
momento para desempolvarme y probar cosas nuevas que a tu lado me estaba oxidando
un poco… sabes amore que la única persona que me importa soy yo misma, si
renuncié a mis poderes, a mi vida fue por mi… nunca por ti en realidad, tú lo
que hiciste fue abrirme las puertas a otras posibilidades, incluso cuando
terminamos fue un alivio para mi poder alejarme de ti y tener que “soportar” un
poco tus manías… no lo voy a negar te quise demasiado, contigo aprendí nuevas
cosas, conocí nuevos lugares, conocí un mundo muy diferente a tu lado…
Parece que en la habitación lo único que hay la brisa fresca
de la mañana que entra por la ventana abierta, Klaus tiene los ojos bien
abiertos y fijos en mí, hasta ahora se da cuenta de muchos detalles de nuestra
relación y sabe que no le estoy mintiendo, me ve como si fuera la primera vez
que lo hiciera, y sacude la cabeza tratando de asimilar mis palabras; Damon en
algún momento tomó asiento sorprendido ante mis palabras y estaba temblando.
―¿Me
estás diciendo que durante todos esos años tú… me utilizaste solamente?
―Me conocías como era, sabías que era egoísta,
que amaba el poder y aun así te enamoraste de mí, con el tiempo lo hice también
quizá no con la misma intensidad, pero
sí sentí algo fuerte por ti, pero siempre me falto algo. Ambos nos utilizamos
me parece, así que me parece que no debes de sorprenderte realmente.
―Yo
te amaba, te amo en realidad ―se
acerca a mi― y ahora que lo recuerdo nunca me lo dijiste.
Nunca escuche esas palabras de tus labios… ―dice cabizbajo― yo jamás te utilice, de
haberlo hecho no te hubiera convertido, no hubiera dejado que renunciaras a tus
poderes ya que de esa manera hubiera podido apoyarme en eso, pero a cambio te
di mi corazón y tú…
―Solamente
he amado una persona Klaus a parte de mi… te lo repito fuiste alguien muy
importante para mi, pero eso de…―al
ver su rostro guardo silencio para no lastimarlo más― aunque parezca increíble
estoy cansada de herir a los que me rodean, ―suspiro― y sí por eso son mis miedos, por sentirme de
esa manera y ser alguien que… que jamás creía que pudiera ser y pensar por
primera vez en alguien más que no sea yo… si estoy estúpidamente enamorada ―me
pongo enfrente de Damon―
de ti Damon y por eso tengo que seguir siendo la estúpida egoísta que he sido
siempre.
Damon se pone de pie para tratar de detenerme.
―Si
tú me lo pides yo… ―Klaus
comienza a decir.
―Y
si crees que voy a permitir que lo conviertas, después de tanto tiempo es que no
me conoces absolutamente nada.
Y sin más me doy medía vuelta, salgo de la habitación con el
corazón roto y desnuda dejando detrás de mí a la persona que más he amado en
este mundo.