jueves, 23 de febrero de 2012

Epílogo de Amar... Te Duele




Amar...Te Duele
Epílogo



Años después...



Sábado por la mañana en un parque


—Thais, una pregunta —Kaled se acerca a ella corriendo, mientras Thais se detiene— Dame dos segundos para recuperarme —le dice mientras con una mano se agarra las costillas—. Vaya en verdad tienes muy buena condición física, vengo detrás tuyo desde hace más de cinco minutos llamándote y...

—Perdón... —se quita ambos audífonos—, es que me encanta correr con la musica fuerte para que nadie ni nada me distraiga, no creas que lo hice a propósito. Pero vaya —le dice sorprendida— en verdad tu condición es fatal Kaled...

—El cigarro...

—Y los tacos, las hamburguesas, los refresco, las papas fritas...

—¡Para, para...! —le hace un ademán con la mano— que si escuchara mi santa madre mi dieta, desde cuando me hubiera regresado a  vivir a la casa con ella.

—Pues es que deberías tratar de agregar a tu dieta algo de verdura, y no solo conformarte con una rodaja de pepinillo, una hoja de lechuga y el cilantro de los tacos —comienza a reír Thais— ve la edad que tienes y estas a nada de un infarto.

—No todos podemos ser como tu, nena —le dice sonrojado— una de las mejores de la generación, con vida sana, y hasta santa... —comienza a reír— no se como puedes vivir con Aina, ella es todo lo contrario  a ti...

—Es buena chica —mueve la cabeza— un poco rebelde en realidad, pero una vez que la conoces, es que es un amor... 

—Pues, a muchos nos da un poco de miedo... eso de andar de gótica es...

—No quisiera ser cortante Kaled, pero la verdad es que me enfrío y aun me faltan cuarenta minutos para terminar y...

—¿Te estas preparando para un maratón o algo así?

—Es por salud... y no estaría nada mal que algún día me acompañaras...

—¿En verdad?

—Cuando quieras... —Kaled se le queda viendo como un bobo sin moverse ni decir nada— ¿entonces...? —Thais le recuerda que está esperando el motivo por el que la detuvo.

—¡Ah! —dice confundido— a... ya... bueno, lo primero... ¿Ya tienes planes para hoy en la noche?

—Para hoy... adelantar el proyecto del profesor Leyva... 

—Eso me lleva a mi segunda pregunta... ¿ya tienes equipo para ese trabajo?

—Pues solo con Aina... ¿quieres hacerlo con nosotras?

—Pues si no te molesta... la verdad es que con mis amigos no se puede... y si sigo trabajando con ellos Leyva me va a tronar...

—Claro no hay problema... ¿cuándo quieres que lo empecemos a ver? ¿Hoy en la noche está bien?

—Eso me lleva a mi primera pregunta —sonríe mientras le toma la mano— sé que es de ultimo momento... la verdad es que yo no pensaba ir... bueno mis padres me obligan... y la novia de Tadeo, mi hermano no va a poder ir a la boda de Selia, mi prima que se casa hoy en la tarde y la fiesta es en la noche... entonces como en casa no quieren que se pierda su lugar, me lo ofrecieron a mi... qué si tenía una amiga a quien invitar... me hablaron hace unos minutos, qué fue cuando te vi pasar corriendo y me preguntaba si...

—¿Y Caliope?, creí que ella es tu... —ahora Thais es la que se sonroja— no creas que te espío o algo parecido... pero como siempre andan juntos en la facultad...

—Eramos novios... hace más de un mes que terminamos...

—Pues si no crees que ella se...

—No tendría porque Thais, entonces eso quiere decir que...

—Sabes donde vivo ¿no?

—¿Está bien si paso por ti a... a las seis?

—¿Alguna forma en la que...?

—¿Cómo te sientas más cómoda...? pero por favor... nada que sea del guardarropa de Aina, que a mi madre le da un infarto. —Se acerca a ella y le da un beso en la mejilla—. Hasta al rato Thais.

En cuanto Thais vio que Kaled se alejaba de ahí, volvió  aprender su mp3, se puso los auriculares, y retomó el camino del parque para seguir corriendo un rato más, tomando antes el tiempo que le faltaba.


*****


—En verdad Thais, ¿vas a salir con él? —Aina le decía mientras estaba acostada en su cama viendo como escogía su amiga el vestido correcto para la fiesta.

—Pues no le veo nada de malo...

—Caliope dicen que es de armas tomar...

—¿Y...?

—Vaya, llevo conociéndote un poco más de tres años... y en todo este tiempo, es la primera vez que te veo esa mirada picara...

—Pues la verdad es que no veo ningún problema...

—Pues esperemos a que ella opine lo mismo...

—¿Cómo ves este vestido?

—Espantoso Thais... el negro dejamelo a mi... mejor... porque no usas el rojo con pedrería o el fush... —Aina se puso de pie— tengo el vestido perfecto para ti... —y sin más salio de la habitación.

Thais a pesar de los años que han pasado, es que aún le cuesta trabajo reconocerse a sí misma, parada frente al espejo, aún recuerda cada peca, cada lunar que tenía, añora su cabello largo y rubio ligeramente ondulado como su madre, Desiree, pero lo que más extraña son sus ojos.. sus ojos grises con un tono lila, de los que siempre se cuestionó de dónde los había sacado, hasta que Dayrys su abuela le dijo, que eran idénticos a los de su padre, Sébastien. Eso le hacía sentirse única, ya que ni su hermana Aimee los tenía así. 

Pero tanto por ella y por todos los que amaba, tuvo que renunciar a todo eso y más.

Ahora y desde hace casi cuatro años aunque le ha hecho algunos cambios a su cabello, trae el mismo look: un corte desmechado en puntas en castaño con algunas mechas en tono miel, dejó a un lado el bronceado y ahora luce un tono blanco en ella. Su cuerpo delgado aunque sigue siendolo, se ve ahora como una adulta y no de una jovencita y es más fuerte más marcado gracias a las horas de ejercicio que hace diario. Sus labios delgados, los hizo mucho más carnosos, la nariz fue lo único que se dejó idéntica, y los ojos ahora son de un tono azul claro.

La ultima vez que usó sus poderes, fue cuando dejó a su familia en la casa de la playa, cuando decidió que los amaba tanto que no los pondría en peligro, ese fue el motivo por el cual con ayuda de Glorian preparó poder lograr un cambió de look duradero, el transportarse sin ser detectada y borrar todos los rastros que llevaran a ella.

En un principio creyó que Glo no iba a cumplir su palabra, pero si lo hizo... ella si; Jazz no pudo cumplir la única promesa que le hizo a Ian,  ¡Que lo esperaría!

Una lágrima comienza a recorrer su mejilla ahora que los recuerda... pero sabe que no puede ser débil, después de tanto tiempo no puede.

—Mira Thais, —entra Aina con un vestido largo tipo halter azul eléctrico decorado en la cintura con un bardado de pedrería en la mano— ¿te encuentras bien? —le dice al ver que está llorando.

—Sí, no me hagas caso... es que estaba recordando...

—A tu familia...

—Más o menos.

—Bueno, nena sabes que siempre que lo desees pued...

—Lo sé, gracias Aina... —Thais se limpia las lágrimas— ¿Y ese vestido?

—Mi madre... hace unos meses me lo mando, quería que lo usara cuando mi hermano se graduó y... —lo saca de su bolsa y lo extiende para que lo vea bien— ¿me imaginas usando algo así?

—La verdad es que no es tu estilo...

—Pero el tuyo si...

—Anda, ve a darte un baño que tenemos sólo una hora para que estés listas...

—¿Tenemos?

—Ni creas que tu sola te vas a arreglar... eres tan capaz de  de ir de cara lavada

—Pero, ¿cómo crees que...?

—Caliope en cuanto sepa que fuiste con su amado Kaled... por lo menos que se muera de celos al ver la guapísima que te veías...


*****


Casi una hora después Kaled tocaba la puerta.

—Hola, Aina, ¡Buenas noches! —Dice educadamente— ¿Thais, ya estará lista?

—Pasa Kaled, que no muerdo —abre la puerta más para que entre.

Y unos minutos más tarde ambas salen de una de las habitaciones, y caminan hacia la sala donde está Kaled esperando.

—¡Wow! —sorprendido se queda al  verla— te ves... wow, me has dejado sin palabras...

—¿Nos vamos?

—¿Me dejan...? —Aina les enseña una cámara fotográfica.

—Solo una Aina... sabes que odio las fotos...

—Vale, vale, con una me conformo.

Cinco minutos más tarde salían del departamento, mientras esperaban el elevador, Kaled no le quitaba la vista de encima.

—En verdad, te ves...

—Si me lo sigues diciendo... me lo voy a creer...

—Deberías... la verdad es que me sorprende que alguien como tu... y no solo lo digo por tu belleza sino por muchas cosas es que no comprendo porque nunca te he conocido un novio...

—Pues, es que no me da tiempo... además hay cosas más importantes que...

—Es cierto, entre el trabajo, las clases, los deberes, no te queda tiempo libre realmente y cuando lo tienes siempre que te veo estas corriendo... o nadando...

—No es para tanto... es cuestión de organizar el tiempo solamente...

—Por cierto... espero que no te moleste... en el auto está mi primo Lucan y viene con una amiga...

—Entre más seamos... más divertido ¿no? O por lo menos eso es lo que dice Aina.

Una vez que salen del edificio, enfrente está estacionada una camioneta plateada. Con dos personas fuera de ella. Están abrazados. Thais y Kaled caminan hacía ellos. Cuando los dos chicos que están en la calle escuchan los pasos se separan un poco y Lucan se voltea a ver a su primo y su acompañante.

—Hola —dice el chico rubio— Soy Lucan, el primo de Kaled y ella es...

—Paola Miller —dice sonriente.

En ese momento Thais como si viera una película solo para sus ojos, ve la imagen de Iker, Ian, Aimee, Jazzlyn... sabe que no ha terminado su historia, lo ve en los ojos sonrientes de la chica pelirroja que está frente a ella y se pregunta si la reconocido, por primera vez en mucho tiempo se pregunta que es lo que ha pasado con todo y todos...

—H-hola —dice titubeante.

—¿Nos hemos visto antes? te me haces tan familiar que...

—N-no lo creo... un rostro jamás lo olvido y... —desde hace mucho no sentía correr esa energía, ese enojo en ella y sabe que si no se controla las cosas pueden salir mal.

—Es que por un momento recordé a... —Paola sin dejar de verla directamente a los ojos dice— no me hagas caso, a alguien que hace años desapareció, creemos que está muerta, pero si no lo está... ella deseara estarlo...

—¿Nos vamos? —Kaled ve en nerviosismo en la mano que tiene tomada de Thais y decide cambiar el tema.

—Y-yo...—Thais comienza a decir.

—No querrás perderte la diversión, ahora que está a punto de comenzar, o ¿si? —Paola con una mueca en los labios sube al auto.

Y sin decir más los tres hicieron lo mismo, la única diferencia es que en el rostro de Thais, en sus ojos se notaba el terror que tenía ante estas últimas palabras.

lunes, 13 de febrero de 2012

Un Amor... ¿Correspondido? (+18 años)



Un Amor... ¿Correspondido?

Por Felin




Byron entra azotando la puerta detrás suyo sin darse cuenta que la pequeña sala de descanso no estaba sola, había dado tan solo unos pasos cuando decidió que no quería ser molestado por nadie, así que regresó lo poco que había avanzado y puso el pasador a la puerta, dejó la luz apagada apenas comenzaba a oscurecer y no tenía ganas de nada ni siquiera de escuchar sus pensamientos, estaba tan molesto, aunque en realidad estaba confundido, había estado toda la tarde con Camilo y por más que quería complacerlo es que no sabía como hacerlo, pensaba que no era coherente con lo que pedía... que nadie era coherente en realidad, mientras trataba de tranquilizarse, se dejó caer en uno de los sillones que se encuentran pegados a la pared frente a un ventanal enorme en donde puede ver permanentemente la ciudad que comienza a llenarse de luz.

Es que por más que quiero entenderlos no puedo —Byron repetía en un susurro una y otra vez ya un poco desesperado— yo no se para que hacen que nosotros trabajemos en vano si al final ellos...

Queralt oculta tras las sombras, se encontraba en uno de los sillones de una de las esquinas tomando una pequeña siesta, ya que al igual que Byron había tenido un día largo y lo único que deseaba era estar sola y descansar un poco, pero en cuanto escuchó el portazo y las lamentaciones de su amigo, por un momento quiso desaparecer y dejarlo solo pero le pareció más divertido observarlo, verlo hacer gestos, ademanes y demás movimientos nada naturales para cualquier ser.

Pero no seas tan exagerado... —decía Queralt mientras se acercaba a él saliendo de su rincón y acercándose a él quizá para darle un abrazo, que al parecer lo necesitaba— no es que trabajemos en vano... aunque ellos no lo saben son sumamente agradecidos con lo que hacemos por ellos...

Pero que demonios... —Byron se sobresaltó a ver que no se encontraba solo y que Queralt salía con una gran sonrisa en los labios que sabe que lo más probable sea debido al espectáculo que ha visto en los últimos minutos, respiró profundo y le respondió lo más tranquilo que pudo— pues será a ti... porque lo que es a mí parece que las cosas no me salen nunca bien y...

Creo que estás dejando que el estrés te gane y... —Queralt toma asiento junto a él y comienza a besarle lentamente el cuello con pequeños mordiscos mientras que con la otra mano le está desabrochando la camisa y empieza a dibujar con su dedo índice pequeños círculos mientras recorre lentamente el pecho de Byron jugueteando coquetamente con cualquier pelito que se le atravesara en el camino hacia lo que ella considera el paraíso— lo único que necesitas es relajarte un poco y veras que las cosas... —decía entrecortadamente mientras continuaba besándolo y prestaba atención a su pezón izquierdo mientras que con la otra mano recorría el contorno de su ombligo— mañana las verás con otros ojos y... —ahora besaba su pezón derecho— tu y yo podemos pasar un rato agradable sin complicacio...

Queralt... —decía con dificultad, su ritmo cardiaco comenzaba a acelerarse lo que le dificultaba poder respirar normalmente— sabes que me... —después de un pequeño mordisco que recibió en su pezón soltó un débil gemido que quiso contener pero no pudo— s-sabes que m-me encanta estar contigo... pero Ariel es mi amig... ¡Aaaghhh! — no pudo contenerse ante los espasmos que estaba sintiendo recorrer como una descarga eléctrica que recorría todo su cuerpo— e-es mi amigo y no creo que...

Ariel no está aquí ahora —Queralt le contestaba con una sonrisa en los labios, tan solo deteniendo sus besos y despegando su lengua del abdomen de Byron unos segundos para verlo a los ojos— además digamos, mmmm... estamos en un break donde...

¿Me estas diciendo que han decidido en ver a otras personas? —decía Byron un poco sorprendido ya que conocía de sobra el carácter de Ariel, lo celoso que podía llegar a ser— eso es un poco difícil de...

Sabes que su... machismo no dejaría que algo así pasara, él... —siguió besando alrededor de su ombligo mientras que con ambas manos comenzaba a desabrocharle el pantalón y una mano inquieta se introducía entre los pliegues de la tela para poder poner más cómodo a Byron..

Queralt... —cada vez con más trabajo podía contenerse, sabía que si ella seguía haciendo esos movimientos no duraría demasiado, desde hace mucho tiempo que no ha tenido relaciones, y no es por cuestión de que no tenga con quien, sino que la persona con que él quisiera estar estaba fuera de su alcance— Qu-queralt si no te detienes un momento y-yo —comenzaba a decir cuando empezó a sentir que una carga eléctrica le recorría toda su espina dorsal.

No, no, ni creas que vas a terminar sin que yo haya comenzado —le decía mientras retiraba la mano de su entrepierna— creeme no eres el único que necesita esto... —aunque sabe que sus palabras no fueron escuchadas, ya que fueron enterradas bajo un gemido, que más bien parecía un gruñido proveniente de la garganta de Byron que tenía en estos momentos los ojos cerrados mientras tensaba todo su cuerpo— Queralt... en verdad —comenzaba a decir un poco apenado— si me das unos minutos para recuperarme yo... —pero Queralt no lo escuchaba ella se levantaba del sillón con mirada perdida y sin siquiera voltearlo a ver comenzó a caminar hacia el ventanal que estaba enfrente de ellos— pero ¿adónde crees que vas?

Pues creo que mi trabajo aquí... ha terminado —tan solo había dado un par de pasos cuando Byron la abrazo por la espalda y comenzó a darle pequeños besos mezclados con mordidas en el cuello y en los lóbulos de las orejas, lo que provocaron que a Queralt por unos momentos se le doblaran las piernas y que sintiera que las fuerzas la abandonaban unos segundos, esos eran unos de sus puntos débiles y Byron lo sabía perfectamente.

Pues creo que apenas estamos empezando —y sin dejar de abrazarla metió su mano derecha debajo de la blusa hasta llegar al top de Queralt y sin nada de cuidado lo bajo desgarrando un poco la tela para poder liberar sus senos los cuales alternando la mano fue acariciando primero lentamente cada uno y poco a poco la presión que ejercía en ellos era mayor, mientras que con la otra mano comenzó a recorrer la pierna derecha de Queralt y lentamente comenzó a acariciar subiendo la mano por su pierna, la piel de Queralt reaccionó ante sus caricias e inmediatamente se le piso la piel de gallina y encorvo un poco la espalda, recargando todo su cuerpo en el de él.

Byron... no es necesario que —guardo silencio ya que él no se detuvo y mientras seguía acariciando sus senos la mano izquierda había llegado a la tanga de Queralt y sin esperarse hizo la tela aun lado y con sus dedos ansiosos comenzó a buscar entre sus pliegos esa pequeña protuberancia mientras se daba cuenta que Queralt comenzaba a mojarse— y-yo no creo qu-que esto sea u-una buena idea...

Mientras que con el dedo índice y pulgar rodeaba si clítoris y comenzaba a masajearlo con pequeños círculos con el dedo medio comenzaba a introducirlo lentamente en su vagina, sin detener la atención en su pecho ni el del cuello, Queralt comenzaba a gemir entrecortadamente.

¿En verdad quieres que pare? —le decía mientras dejaba libre su pequeño clítoris y le introducía un dedo más y comenzaba con cierto ritmo a entrar y salir de ella.

P-por favor —le decía con dificultad— no te detengas — y un tercer dedo la invadía, mientras que con la otra mano le abrazaba la cintura y la atraía más a su cuerpo para que sintiera que ya se había recuperado.

Sin esperar respuesta Byron quito sus manos y ágilmente con ambas manos cargó a Queralt por la cintura, la levantó y le dio la vuelta, ella sin que le dijera nada abrió las piernas y inmediatamente lo abrazo con ellas, Byron sosteniéndola con una mano, con la otra hacía lado la prenda que estorba, se acomodó y de un solo golpe se introdujo en ella, por un momento se quedo quieto, sincronizando sus latidos y comenzando a besarse mientras dejaba que ella se acostumbrara a él, pero apenas unos segundos después con ambas manos le tomo de la cadera y ella se abrazo a su cuello y comenzaron a moverse a un ritmo lento que conforme pasaban los minutos iba siendo más rápido, más feroz al igual que sus besos, el jugueteo de sus lenguas, lo único que se podía escuchar en esa pequeña habitación eran los gemidos provenientes de ambas gargantas.

El ritmo de su balanceo estaba coordinado a su pulso y sus necesidades y pasados varios minutos Queralt cerró los ojos encorvó la espalda, echó la cabeza hacía atrás y estiraba sus brazos lo más que podía apenas sosteniéndose de los hombros de Byron mientras se mordía los labios tratando de contener el grito de su cuerpo tras un orgasmo como hace mucho no había sentido, ella aún no se recuperaba cuando sintió que Byron se detuvo unos segundo y comenzó a moverse más rápido y con dos arremetidas Queralt sintió como su cuerpo era llenado por ese delicioso liquido caliente.

Ambos con los ojos cerrados se quedaron juntos un par de minutos antes de que Byron tomara de nuevo a Queralt de la cintura y lo separara de él dejándola en el borde del sillón mientras él se quedaba delante de ella acomodándose la ropa para sentarse a su lado. Queralt hacía lo mismo que él, y una vez que su pulso llegaba a la normalidad se dieron un beso tierno en los labios y se abrazaron, susurrándose al oído un dulce gracias.

Esto... —Queralt comenzó a decir después de unos segundos en silencio.

Sólo tu y yo lo sabremos... mis labios están sellados —contesta mientras pone la mano en su rodilla.

Bueno, y ahora si me puedes decir ¿por qué estabas tan molesto hace rato que llegaste?

Es que en verdad por más que quiero entender a los humanos es que no los entiendo... ellos...

¿Ellos? —aunque Queralt ya sabe la respuesta le gusta hacer repelar un poco a Byron, le divierte las muecas de exasperación que se le forman en el rostro y como ese tic nervioso junto a sus sexys labios comienza a saltar ligeramente.

Si ya sabes —comienza a decir respirando profundamente antes de contestar lo más tranquilo posible— mis protegidos... es que por más que quiero entenderlos... sus deseos son unos... lo que pide es completamente diferente y al final se enamoran de algo que ni en sus sueños habían imaginado... y eso...

Pero hombre... ¿cuantas veces te lo he dicho? —Queralt con una sonrisa en los labios le responde tranquilamente— deja de escuchar sus palabras, de leer su mente...

¿Y tu crees que si hago eso Cupido va a estár feliz? Si de tan solo pensar en hacerlo ya escucho su voz gritandome a los cuatro vientos que haga mi trabajo...

El problema está ahí.

¿Ahí? ¿donde? —Byron confundido acaricia su barba tratando de entender las palabras de Queralt.

Es que para empezar eres un tonto... —antes de que le contestara algo le puso un dedo en sus labios— creo que más de uno te hemos dicho que no lo veas como un trabajo en el cual tienes que cubrir ciertas cuotas... tienes que amar lo que haces y con los que estás, aprenderlos a conocer e incluso adivinar antes de que incluso piensen las cosas que es lo que su corazón pide... anhela... ese grito desesperado de su corazón, aquel que a veces ni ellos mismos saben reconocer y por eso al final terminan pidiendo o soñando con algo con lo que no podrán ser felices nunca...

Pero...

Aprende a escuchar su alma y las respuestas de lo que en verdad desean y necesitan la encontraras más rápido y sin tantas complicaciones, y pues al final el tiempo que te quede de sobra, podrás disfrutar con ellos, en lugar de que te la pases lamentándote de que no los entiendes.

Lo haces parecer tan fácil...

Es que no es nada complicado, si tan solo tú te permitieras amar a alguien sin restricciones...

Así como tu y Ariel ¿no? Que no se ponen limites y al final alguien saldrá lastimado...

Pues aunque no lo creas, aunque veas o mejor dicho, pienses que mi relación con Ariel ha llegado a un punto destructivo, yo junto a él he crecido como no tienes idea y si no me equivoco él también... con el aprendí amar con el alma y no solo con el corazón o a la mente... solo que al final hay que darle... como decirlo, un poco de espacio, de aire para que no se asfixie la relación, y cada uno tiene su forma de hacerlo.

¿Y no te dan... remordimientos?

Quizá Byron sonaré medio cínica... pero después de algún episodio como el que acabamos de tener, digamos que valoro más lo que tengo en casa y confirmo que con él quiero pasar mi eternidad... a su lado.

¿Me estás diciendo que yo fui solo...?

Nosotros somos amigos que en un momento de... necesidad, nos dimos ricamente la mano, sin complicaciones ni rollos de más, y que sabemos que cuando ambos lo necesitemos...

Yo... —Byron sabe que por más que quiera entender a Queralt no podrá hacerlo, desde que la conoció siempre ha sido y al final se marea con sus palabras y como siempre al final ella terminará de alguna manera teniendo la razón, decide que lo mejor es que por el día de hoy la fidelidad, o como se llame se quede en espera, la verdad es que le incomoda más su situación... su estrés actual— bueno, pero dime, ¿como diablos escucho el alma de alguien?

Es fácil, deja de escuchar lo demás, si lo haces, probablemente van a pedir a su Ángel que el amor de su vida es una chica rubia, con medidas perfectas, ojos claros, una sonrisa maravillosa, y lo más probable cuando te adentres a su corazón... a su alma, te darás cuenta que el amor de su vida puede estar en una chica menudita de cabello oscuro, con una sonrisa encantadora, que ama los deportes, con la cual en más de una ocasión ha tomado una cerveza y que desde siempre la ha conocido y es parte de su circulo de amigos, pero como al final la ve como su amiga poca agraciada... que no quiere reconocer que la ama desde hace mucho y para alejarse de esa idea loca e inexplicable, termina buscando todo lo contrario... pero al final sola hay que darles un pequeño empujuncito y veras que sin esfuerzo, si es que ambos se desean, estarán juntos antes de que te des cuenta...

Pero si ella no...

Nosotros no los forzamos a nada, solo les ayudamos a encontrar el camino, al final ellos deciden... nosotros tampoco somos perfectos, sino imagínate si lo fuéramos cada pareja se casaría con su primer novio y no tendría que conocer a otros para encontrar al amor de su vida... bueno aunque a veces tenemos la suerte de hacerlo...

¿Alguna vez tu... te has enamorado de uno de tus protegidos?

No lo negaré, después de pasar tanto tiempo a su lado suele pasar, pero al final creo que es un amor como de hermanos, de amigos... aunque ellos no son conscientes de ello, saben que siempre estoy a su lado... —Queralt guarda silencio unos segundos— ¿no me estarás diciendo que tú...?

¿Cómo crees?, simple curiosidad —Byron ve el reloj— bueno, ya no te quito el tiempo Queralt... creo que el deber me llama y trataré de hacer, aunque no se como escuchar su alma...

Si te lo propones te darás cuenta que es más fácil de lo crees —alcanzó a decir Queralt antes de que Byron desplegara sus hermosas alas blancas cerca del ventanal unos segundos antes de desaparecer.

*****

¡Camilo! —gritaba Sara y lo llamaba con la mano, mientras salía del edificio y trataba de alcanzarlo.

Sara, en verdad... —detiene su andar para esperarla.

No seas así... ven a tomar una copa con nosotros —Sara voltea hacia donde se encuentran todos los demás— solo es un rato...

Estoy muy cansado Sara... quizá la próxima vez... —sin insistir Sara le da un beso en la mejilla y se da media vuelta.

Byron se encuentra a tan solo unos centímetros del rostro de Camilo escuchando el bateo que acaba de hacer su protegido, y mientras espera que llegué su automóvil, Byron con su dedo empieza a dibujar en el aire pequeños círculos sobre rostro como imitando que lo está acariciando y acercándose más a él comienza a percibir el dulce aroma que su piel desprende, se acerca más y más a su rostro a dejar tan solo un par de centímetros de distancia de sus labios, y cuando decidió acercarse un poco y quizá rozar esos labios carnosos se detuvo, ya que Camilo abrió los ojos sorprendido e inmediatamente sonrió.

Lo que no sabe Byron aún es que Camilo sonrío porque ha visto de nuevo esos ojos grises cerca de él y aunque varias veces ha tratado de convencerse que son producto de su imaginación, en su corazón sabe que el dueño de esos ojos existe, y que ha de ser más hermoso de como se la ha imaginado y está casi seguro que algún día lo va a conocer.

Pero mientras eso pasa, sabe que aunque sea en sueños lo podrá ver.






¿Fin?
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