viernes, 2 de agosto de 2013

Dulce Desafío Capi 6 " Proyección Lunar"



Capítulo 6
­­Proyección Lunar

Escrito por Dark Juliet


Madison caminaba con paso seguro, no le importaba nada más que el hombre que la esperaba; su primer y mejor amigo, aquel que jamás le había pedido nada. Lo amaba pero no sabía como hacerlo sin destruirlo, ella siempre tenía ese miedo estúpido de no poder controlar esa maldita herencia familiar.

¿Por qué no pudieron darle propiedades o dinero, algo más provechoso que un libro viejo y una energía no solicitada?

Llegó hasta el jardín, ahí era donde siempre se sentaban a platicar o simplemente a ser observada por Damian, él adoraba verla y ella a él. Madison comenzó a sentirse extraña, miró al cielo, le sorprendió descubrir que había luna llena. Su fuerza era la luna, su poder iría a destinos insospechados con un eclipse. Se encogió al recordar el último eclipse de sol, ¿Le pasaría lo mismo que a su hermana? Iba tan ensimismada que no notó que Damian se hallaba detrás de ella; él sin hacer caso a su sentido común la sujetó por la cintura y acercando su boca al oído, le dijo: “Feliz Cumpleaños Clary”.

Madison volteó para quedar de frente a él, Damian no la soltó sino que al contrario la acercó más hacía sí mismo.

—¿Qué haces Damian? —Preguntó ella temblando, no tenía muy claro si era de miedo o de excitación, pero el sentimiento no era agradable— suéltame, no me gusta que…

—Lo sé, no te gusta que te toquen —Damian le retiró el mechón de cabello con que siempre se cubría uno de sus ojos— pero hoy quiero tocarte, sé que soy mayor que tú y que esto esta totalmente equivocado “oficialmente” pero mi corazón me dice que eres lo mejor que me ha pasado y que no puedo dejarte escapar.

Madison cerró los ojos, lo que menos quería oír eran esas palabras, pero no podía explicarle que ella era un arma, una asesina en potencia. La única que lo sabía era su hermana, la única que lo recordaba era ella. Con ambas manos lo golpeó en el pecho tratando de soltarse de su agarre sin conseguirlo.

—Por favor Damian, esto no está bien, somos amigos…

—Me amas Clary, lo veo en tus ojos —Damian la tomó de la barbilla levantando su cara —en estos hermosos ojos lilas, eres mía Madison Clarisa Dempsey

Damian convirtió en nada la distancia que separaba su boca de los labios de la muchacha, luchó por mantener los ojos abiertos y ver las diferentes expresiones que pasaban por la cara de la que pronto sería su mujer. La reclamaría para sí, sería totalmente de él.

De pronto sintió un arrollador dolor en la espalda, no tuvo más remedio que soltar a Madison. Al voltear sólo hizo un gesto, era Maritxell.

—Pero si es la reina de hielo —dijo Damian con los ojos entrecerrados— ¿con qué me golpeaste en la espalda?

—Vamos Mady, la fiesta nos espera

Madison negó con la cabeza, no se sentía bien. Maritxell frunció el ceño y entonces supo cual era el malestar de su hermana. La luna se encontraba justo encima de ellos, los ojos de Madison se hicieron un poco más obscuros.

—Vete Damian— lo urgió Madison sin verlo— creo que ya no podré trabajar para ti, yo… esto… no puedo tener nada con nadie, lo siento.

—Pero Clary…

Maritxell expresó el asco que le dio que llamara así a su hermana. Se plantó delante de él.

—Si no la dejas en paz yo misma te reportaré de acoso a una estudiante, sabes que esta prohibido.

Damian se alejó del lugar, si esa niña creía que sería la última vez que sabría de él estaba muy equivocada.

Maritxell se volvió a su hermana, Madison tenía los ojos cerrados y una expresión de profundo terror en el rostro.

—¿Le hice daño Maritxell? —Madison bajo la cabeza y apretó más los ojos.

Maritxell puso los ojos en blanco, otra vez el mismo problema, la inseguridad de su hermana la tenía fastidiada.

—Creo que vivirá Mady, el problema es que jamás te podrás acercar a él otra vez —Maritxell tomó la cara de su hermana entre sus manos obligándola a abrir los ojos—. Nunca Mady, él no te conviene, júrame que jamás dejaras que se acerque a ti como lo hacía hoy.

—Maritxell… lo amo…

—No hermanita, él te hizo creer eso —Maritxell apretó un poco más su agarre hasta que Mady sintió dolor —júramelo o iré a acusarlo y los correrán a ambos, no querrás hacerle eso a nuestros padres, ¿o sí?

—No, pero…

—Nada de peros Mady, sabes lo que pasa cuando alguien se te acerca, sabes que eres peligrosa.

Mady asintió con desgana y fue entonces que Maritxell la soltó, arregló su vestido y caminó rumbo a la entrada principal de la escuela. Mady no se movió, cerró los ojos un momento pero de inmediato los volvió abrir.

—¿Cómo sabías que estaba aquí Calliope?

—Te seguí Mady, solo es por tu bien— Maritxell le dirigió una sonrisa confiada y siguió su camino.
Maritxell estaba molesta, ¿qué se creía ese idiota seduciendo a su hermana?, ella debía arreglar eso, nadie era más bella que ella, no existía quien no usara a su hermana como sustituta de la propia Maritxell. Cuando esa opción llegó a su cabeza, supo que era cierta. Damian sólo estaba usando a Mady como una suplente del verdadero objeto de su pasión.


Maritxell Calliope Dempsey se encargaría de que ese maestro de cuarta obtuviera lo que merecía, el tiempo ya diría que sería. Sólo había dos opciones, Damian podría recibir el favor de Maritxell o su total ruina.

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