Latiendo Por Un amor
Una
enfermera rubia se acerca a él con paso silencioso para no
alterarlo— Di-disculpe —en un susurro tímido le habla cuando
está frente a él— lamento molestarlo Sr Reeds, pero anoche una
chica me entregó está carta y me pidió que hoy por la tarde se la
entregara... —guarda silencio un segundo al ver su rostro— ¿s-se
encuentra bien? —él está llorando— ¿necesita algo?
Toma
el pequeño sobre y le sonríe— Estoy bien... —suspira
melancólicamente— un poco cansado.
—Debería
ir a descansar a su casa o...
—Prefiero
quedarme aquí por si algo surge.
—Entonces
no le caería nada mal una buena taza de café y quizá un
bocadillo...
—¿Y
si algo...?
—La
cafetería que está cruzando la calle es muy buena y si algo
surgiera... —le pone una mano en el hombro— yo misma me
aseguraré que le sea informado.
—Gracias
—se pone de pie y comienza a caminar hacía los elevadores.
Ha
sido una noche muy larga, pero espera que pronto esta agonía de años
termine por fin, Ander solo está a la espera de que le den una buena
noticia para poder respirar en paz y tranquilo.
Lleva
dos cigarrillos con su café y unas cuantas mordidas a su croissant
de queso, se ha sentado en la terraza donde puede ver perfectamente
quién entra y sale de del hospital. Pide un segundo café al mismo
tiempo que enciende su tercer cigarro y toma entre sus manos el sobre
que le dio la enfermera, es un sobre blanco y en su interior tiene
una carta escrita a puño y letra como ya no se acostumbra, tiene una
caligrafía de esas que ya no se ven, son trazos largos y finos, es
una escritura elegante, duda un poco en leerla, voltea de nuevo a ver
la calle y al estar tan tranquila con poco gente transitando, se
acomoda en el asiento y comienza a leer:
Ander...
Quizá
ahora te estés preguntando quien soy y porqué me he atrevido a
escribirte... tú no me conoces, he sido siempre invisible para ti,
yo desde el primer momento que te vi... que nuestros manos se rozaron
por casualidad hace cerca de un año en... ni para que mencionarlo,
si aunque te diera fecha y hora no me recordarías, no es un reclamo
o un reproche, es cierto no lo voy a negar... que no supieras que yo
existía... cada día se me rompía el corazón en mil pedazos, cada
día que te veía y te dedicaba una sonrisa tímida esperando a que
voltearas a verme y me sonrieras con esa maravillosa sonrisa que
tienes, pero jamás tuve la dicha de que eso sucediera, para ti nunca
existí mientras, que tu eres mi mundo, mi motivo para seguir
viviendo...
Ander
baja la carta un momento y observa la calle, pero al ver que no se
ve mucho movimiento regresa la mirada a la hoja de papel que tiene
entre las manos, se queda pensando, tratando de recordar ese rostro
al cual nunca le hizo caso— ¡Señorita! —llama a la mesera con
la mano para que le sirva un café más— disculpe... —se fija en
su gafete— Mariam, ¿de casualidad alguien del hospital no ha
venido a buscarme? O ¿buscando a alguien?
—No
se preocupe —le sirve el café mientras en la mesa deja un par de
vasitos de crema— si llegara a suceder que alguien del hospital
busca a alguien le avisaré.
Ander
le sonríe y observa como se aleja, es una tarde lluviosa y fría,
pero a pesar de eso decide que la terraza es el mejor lugar para
poder ver algún movimiento y también el único lugar donde puede
fumar sin que le digan nada.
Vuelve
a levantar la hoja para seguir leyendo, pero hace un intento más
cerrando los ojos y tratar de recordar algún rostro que resaltara en
su vida cotidiana, uno que a estado ahí por mucho tiempo; después
de unos segundos se da por vencido no tiene cabeza para esto, así
que decide seguir leyendo a ver si encuentra una pista y se entera
del motivo por el cual le han escrito, aún no lo entiende... quizá
sea alguien que también está hospitalizado y el no lo sabe, abre
los ojos y continua leyendo donde se quedo:
...pero
jamás tuve la dicha de que eso sucediera, para ti nunca existí
mientras que tu eres mi mundo, mi motivo para seguir viviendo... y al
ver que esto no es posible tomé la decisión, no se si la correcta
pero por lo menos la más adecuada para ambos... y sabes al final
haré sonreír y amar a más gente de lo que alguna vez soñé... esa
será mi mejor recompensa... aunque pensándolo bien será la única
forma que por fin este cerca de ti y amaras que este ahí...
Estuve
haciendo investigaciones para no dañarme de gravedad y aun fuera
factible hacer mi propósito, lo he hablado con mi abogada y me
ayudará en todo este proceso... la primera era hacerte llegar esta
carta, la cual su único propósito es que supieras que te amo con
locura, con toda mi alma y que mi corazón solo late por ti... que a
pesar que las cosas no fueran como a mi me hubiera gustado, sé que
al final podré estar contigo... me imagino que has de tener esa
expresión en tu rostro cuando las cosas no están bajo tu control, y
amo como frunces la nariz en esos momentos, lamento no poder decirte
más cosas para que me entiendas, pero aún no es el momento.
También
lamento por lo que sé ha sido una lucha larga y que por ella estés
sufriendo, que más quisiera estar a tu lado, pero... aunque no
recuerdes mi rostro, te pido que cierres los ojos un momento y me
podrás ver como siempre sonriéndote, tal vez no me veas, pero mi
sonrisa, mi amor, mi apoyo... aunque parezca una estupidez estarán
contigo en todo momento diciéndote que te amo.
Después
de un tiempo, cuando quizá estas palabras ya no las recuerdes te
buscará mi abogada para poder terminar todo... y puedas entender
perfectamente todo, ya que en estos momentos te estoy dejando más
dudas que algo más, pero te pido por favor que nunca se te olvide
que todo esto lo hice por amor, por el gran amor que siento por ti y
no me arrepiento ni me arrepentiré de absolutamente nada, quizá en
este tiempo veras mi ausencia y por fin me daré cuenta que en
realidad nunca fui invisible ante ti, sino que solo no era el momento
para nosotros.
TE
AMO Y TE AMARÉ POR SIEMPRE...
L.
O. V. E. por siempre.
Ander
no comprendía del todo estas palabras, por más que trataba de
recordar ese rostro invisible, tratar de encontrarlo entre el mundo
de gente que ve diario pero no puede, no recuerda un rostro
especifico, hay tantos... hasta que por fin su mente le ha enseñado
lo que aparentemente no estaba— No puede ser... —dice sorprendido
con los ojos cerrados por fin a encontrado ese rostro que todos los
días estaba ahí con esa sonrisa que le iluminaba y le alegraba cada
día en el ultimo año, en más de una ocasión quiso acercarse a él
pero cuando se daba cuenta desaparecía, no había sido consciente
que si estaba ahí era por él, estaba seguro, ese rostro... como
pudo olvidarlo, ¿cómo pudo entrar en esa vida y alterarla de tal
manera sin que él se hubiera dado cuenta?— si tan solo yo...
—Disculpe
—una voz femenina tímidamente le habla al ver que tiene los ojos
cerrados y hay lágrimas recorriendo sus mejillas— acaban de hablar
del hospital...
—No...
No puede ser —se pone de pie sacando su cartera y dejando un
billete de doscientos pesos, toma sus cosas y sale corriendo de ahí.
Dos minutos después estaba subiendo por el elevador para llegar al
quinto piso y una vez que llegó al mostrador con dificultad por la
falta de aire trata de hablar— m-me bus... m-mi... mi... señorita
c-creo que.. que al-alg...
—Por
favor calmese Sr Reeds —le dice la enfermera que está frente a él—
nada malo ha sucedido... lamento que se haya... —dice apenada—
sino todo lo contrario —le sonríe— se que ha sido una espera
larga y me tomé el atrevimiento de conseguirle un permiso para que
pueda pasar unos minutos ahora que se ha despertado y...
—Gracias
—tomando su mano para besarsela— en verdad...
—Creo
que es lo menos que puedo hacer por ustedes... —se pone de pie—
si me acompaña le ayudaré a cambiarse.
—¿Cambiarme?
—Hay
que ser muy cuidadosos en estos momentos, cualquier bacteria o virus
podría ser fatal y...
Ander
ya no le prestaba mucha atención, con solo pensar que vería su
rostro el mundo había desaparecido y solo de pensar que estaría a
su lado aunque fuera unos segundos no le importaba.
—Recuerde
no debe de agitarse demasiado ni alterarse, solo un par de palabras a
lo mucho... —salen de un pequeño cuarto donde se ha cambiado Ander
y se ha puesto ropa estéril encima de la suya de pies a cabeza para
evitar al máximo una contaminación del lugar— tiene solo cinco
minutos y...
—Que
para mi serán como segundos, pero se lo agradezco con todo mi alma.
Durante
los siguientes días fue lo mismo se preparaba para poder entrar
algunos minutos a la habitación, y a pesar de que el tiempo cada vez
se le hacía insuficiente, era la mejor parte del día que tenía.
—¿Sr
Reeds? —un día regresando de terapia intensiva lo llama una mujer
vestida con traje sastre y un maletín.
—En
que puedo servirle.
—¿Podemos
ir a un lugar más tranquilo?
Ander
por un momento duda si hacerlo o no, pero recuerda la carta que haces
días leyó— Le apetece ir por un café y quizá un panecillo a la
cafetería de aquí enfrente y ahí podemos hablar.
—Perfecto
Sr Reeds.
—Solo
permitame cambiarme y... —se acerca a la enfermera de tu turno para
avisarle y enseguida pasa a una de las habitaciones detrás de ella.
Minutos
más tarde se encuentran en una de las mesas de la terraza de la
cafetería, ambos han pedido un muffin y un café caliente.
—Bueno...
—comienza a decir la chica— mi nombre es Joyce Barcenas y soy la
abogada y apoderada legal de Leandro Oner Volties Elsom...
—L.O.V.E...
—dice en un susurro para si mismo mientras Joyce sigue hablando.
—Quizá
no sea de su conocimiento y no sé hasta que punto está informado
del tema —hace una pausa para ver su reacción— pero el Sr
Volties hace unas semanas falleció...
—¿F-falleció?
—De
forma asistida por un problema de salud lo cual hacía que su vida no
fuera de calidad, se hizo una serie de estudios y decidió ser
donador de órganos...
—Él...
él fue el donador de corazón de Phillipe... —dice sorprendido.
—Así
es... —Joyce le confirma— y de seis personas más, ese fue parte
de su ultima voluntad y también decidió dejarle todos sus bienes...
el el heredero universal de...
Ander
no podía creer que alguien a quien realmente no conoció lo amara de
tal manera que buscó la forma de conseguir que su corazón siguiera
latiendo de amor por él, ahora junto al amor de su vida.
Fin