miércoles, 13 de abril de 2011

Capítulo 20 de Amar...Te Duele "¿Dulces Dieciséis?" 1a parte



Amar...Te Duele
Capítulo 20  " ¿Dulces Dieciséis? primera parte "


¡Jazz! —le hablan en casi un susurro, mientras le acaricia la mejilla derecha. —¡Azzy! —ahora con la voz en un tono más normal —No seas floja, ya es tarde y tenemos muchas cosas que hacer —le dice un poco desesperada, ya que tiene más de diez minutos tratando de despertarla.

Cinco minutos más —decía en casi un ronroneo —¡por favor!

Eso dijiste hace cinco minutos... y cinco minutos antes — le recordó mientras le daba una nalgada y abría las cortinas de su recamara para que entrara el sol.

En cuanto a Jazz le dio el sol en plana cara comenzó a gritar —¡Me quema! ¡Me quema¡ ¡me hace daño —mientras se giraba sobre sí misma.

!¿Qué?! —contestó alarmada la abuela.

Nada Ardy ¡calmete —se sento en la cama cuando escucho a su abuela alterada — Que forma tan fea de despertarme, ¿no crees? —le dice mientras estira los brazos —¿Por qué te has... espantado?

No por nada —trató de poner una mejor cara. —Es que como gritaste pensé que... olvidalo Azzy, vamos ve a darte un regaderazo, mientras preparo el desayuno, tenemos que salir de compras, o ¿ya lo olvidaste?

Claro que no, pero, ¿por qué es tan importante para ti que celebremos en grande mi cumple?

Mmm.. aparte de que eres mi nieta consentida —le dijo mientras le daba un beso en la mano que le sostenía —recuerda que yo no estuve el año pasado, y me gustaría celebrar este, contigo, como se debe y... ¿necesito algo más para justificarme? —le dijo lo más tranquila que pudo, por que en realidad no lo estaba del todo. —te veo en quince minutos en la cocina. —volteo a ver en su reloj —ni un minuto más ni menos—agregó al ver su rostro que estaba a punto de rezongar. —Te quiero nena.

Quince minutos después Jazz bajo a la cocina, donde ya se encontraba toda su familia sentados alrededor de la mesa y en la cocina se encontraba su abuela, terminando de dar los últimos pasos para servir el desayuno.

Ardy, ¿Quieres que te ayude en algo? —Jazz le dijo antes de sentarse.

No Azzy, no te preocupes, ya está listo —lo dijo mientras comenzaba a servir los platos.

Permitame, suegra... yo le ayudo —dijo Toño quien se levantó de la mesa y comenzó a ayudar a pasar los platos a la mesa.

Unas vez sentados todos, comenzaron a disfrutar de los alimentos.

Ma, no te vayas a enojar, pero la abuela, cocina... para chuparse los dedos, parece que lo hace con magía... —decía Ed entre bocados —en verdad no tienes idea, lo bien que sabe —seguía diciendo y comiendo al mismo tiempo. —En verdad Abue, está delicioso. Gracias.

¿Magia? Estás loco Ed —le contestó Arturo —si eso fuera cierto mi abue, tendría que ser maga o... —comenzó a comer también —o una especie de bruja —trago el bocado —pero una bruja... buena.

Jajaja —contesto entre risas nerviosas la madre —la magia no existe chicos y menos... las magas o brujas buenas, ni que esto fuera un mundo... mágico con criaturas que...

Bueno sólo era un comentario amor —interrumpió Toño a su esposa.

Bueno, es que todo podría suceder chicos —contestó la abuela, mientras le sonreía a Jazz —pero no soy nada de eso, simplemente es practica en la cocina.

Bueno, terminen rápido chicos —les digo Eva a Ed y Arturo —recuerden que van a ir con su padre un rato al club y hacer algunas cosas; mientras Jazz, la abuela y yo vamos a ver al organizador para la fiesta que ya falta poco. —le dijo ahora viendo al reto de la mesa —Ya no es tan temprano y tenemos muchas cosas que hacer.

Ya en silencio, todos terminamos de desayunar. Y quince minutos después entre las tres mujeres levantaron la mesa y dejaron en orden todo, mientras los chicos una vez que terminaron de dejar limpios, sin rastro de comida se levantaron de la mesa, y salieron corriendo de casa; antes de que Evangelina madre les volviera a decir algo.

Aproximadamente unos veinte minutos después, salieron de la casa, rumbo a ver a a “Gio” como le dice la madre de Jazz. La verdad es que a pesar de sus exigencias para todo; la fiesta del año pasado le quedo más que perfecta.

En cuanto llegaron a su oficina, ya estaba acompañado de sus dos asistentes. Con un pequeño saludo, nos llevó a su oficina, casi corriendo; ya que empezó “falta mucho, y ya casi no tenemos tiempo”. Pero no se cual es su prisa, ya que al ser una fiesta en la playa es, bueno eso creo yo, mucho más sencilla y no debe haber tantos detalles.

Cuan equivocada estaba. Eran ideas, tras ideas. Empezando por ¿Cual va a ser el tema? ¿Cuantos invitados va a ver? ¿A qué hora va empezar? ¿Qué alimentos vamos a dar? ¿Qué tipo de adornos va a ver? ¿Música en vivo? Etc, etc...

Y cómo le hice el año pasado, saque el libro que empecé hace poco, creo que lo romántica, no se me quita. Es igual una novela de mi autora favorita, la misma de Orgullo y Prejuicio. Y aunque es un poco diferente, ¿maneja una temática muy similar: El amor.

Sumida en la lectura, realmente ni me preocupe por los detalles. Para eso estaban Ardy y mi mamá. De vez en cuando me preguntaban, si estaba de acuerdo con sus decisiones. Pero la verdad yo sólo decía un “Si” “aja” “esta bien” “mmm” “no”; y como la vez pasada ellos se emocionaban más que yo.

Todo el día estuvimos ahí encerrados en la oficina. Ellos eligiendo; yo ignorándolos y leyendo ferozmente. Al rededor de unas 6 horas después, parece que se pusieron de acuerdo con los detalles, y todo lo que necesitan.

Yo ya me había cansado de leer, como una hora antes; guarde el libro en mi bolsa y me acomode en el sillón. La verdad es que estaba demasiado cómodo. Pero poco a poco los párpados me fueron pesando mucho.


Me encuentro caminando en la playa. Una playa grande, sin casas ni nada a la vista. Con una arena blanca, como la leche. Y de un azul turquesa increíble el mar. De repente me quedo quieta. No se hace donde caminar.”

En eso volteo hacía atrás y veo a Ian que viene detrás mio corriendo como desesperado”

“—Jazz —me dice agitado, casi sin poder respirar —no vayas para allá —?”

“— ¿Hacía dónde? —pregunto confundida.”

“—Ahí hay algo que... no querrás ver —dice Ian un poco triste —aunque yo saldría beneficiado... no quiero que veas eso; además... la fiesta esta en —se voltea ligeramente y señala hacía atrás de él —te estamos esperando, ya es tarde y...”

“—¿Qué es lo que no quiero ver?”

“—¡Por favor acompañame! —me dice más apenado que otra cosa —yo...”

Cuando estaba a punto de tomarle la mano que ha estirado en mi dirección, escucho voces detrás mio. Me giro para poder ver.”

“—¡Iker! —le dice una chica —sabes una cosa eres el mejor, yo... nunca he... me había sentido así.”

“— ¿Iker?”

“—¡¿Jazz?! ¿Qué haces aquí? —me dice sorprendido —tú no deberías estar aquí... yo... —Se ha quedado callado, ya que una segunda chica, llega corriendo y lo abraza”

“—¡No te pensabas ir, sin que me ayudaras a hacer mis deberes¿O si? — le dice mientras, se acerca a él y le da un beso en los labios”

“—¿Qué significa esto? — pregunto confundida y tratando de contener las lágrimas”

“—¿No lo sabes Ozahira? —dice una voz, que sale de las sombras —Él es nuestro ya, lo has perdido ya... —me dice, saliendo de las sombras. Tiene los ojos rojos; y no está solo. Hay más juntao él. Estamos rodeados.”

“—No. No puede ser.. — Él no puede estar con ustedes... él”

“—Lo has perdido, como perderás todo si no te u...”

“—¡No! —grito lo más fuerte que puedo —Él no puede s... — deja la frase a medias, ya que siento nuevamente el hormigueo en mis manos y de la nada aparece una luz rosa que cubre todo aquello que puedo ver. Es una luz tan cegadora. Escucho murmullos. Risas”

“—Vaya, parece que aunque es muy pronto, tus poderes cada vez son más fuertes Ozahira... algún día nos serás muy útil...”

“—¡No! —grite lo más fuerte que puede”


¡Jazz! ¿Te encuentras bien? —me pregunta mi abuela y junto a ella se encuentra Sergio y mi mamá —¿Has tenido una pesadilla? —me dice mientras trata de abrazarme y consolarme, ya que no me había dado cuenta, pero estoy llorando; solo soy consiente de eso cuando Sergio me pasa un pañuelo, para que me seque las lágrimas.

F-fue s-solo un sueño yo... —comencé a decir, mientras comencé a buscar desesperada mi celular en mi bolso.

Con manos temblorosas marque el número. Sono una ves... dos veces... tres veces... —¿Si? —contesta una voz femenina al otro lado.

¿Se encuentra Iker? —pregunto rápidamente.

Mmm —comienza a murmurar —Otra ves tú... —me dice despotamente —Iker está ocupado con mi hermana y... ¿Sabes una cosa? —comienza a reír —Yo también me les voy a unir a ellos para hacer mis “deberes” —y sin más me colgó.

Nena, ¿Estas bien? —pregunta mi madre preocupada.

No. No... no era solo un sueño él... —en ese momento sentía que las fuerzas me abandonaban y lo ultimo que pude ver, fue a mi abuela tratándome de detenerme, para que no cayera al suelo.


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Azzy —hay que darnos prisa, tenemos que llegar antes a la playa para poder ver que todo este bien —grita mi abuela al otro lado de la puerta —en media hora tenemos que salir y no te has levantado, ni desayunado, y faltan tantas cosas por hacer.

Yo la verdad es que no tengo ni ánimo de levantarme. Este mes que ha pasado, ha sido uno de los peores en mi vida. Me di cuenta que estaba rodeada de mentiras. Todos me ocultan las cosas...

Jazz —dice mi madre junto a mi. Yo aún estoy acostada en la cama y no me he movido —no te hagas la dormida —me dice en reproche, se que estas despierta, lo sé por la forma que respiras, tu abuela te está hablando desde hace horas y tú ni te dignas a contestarle. —trata de destaparme, pero no puede —hoy es la fiesta y tú... —se da por vencida y escuchó que me habla, pero su voz ahora la escucho más lejos —no sé que es lo que te pasa, pero te levantas —me deja caer un vaso de agua a la altura de la cara —o te levantas.

¡Pollo! —le grito en cuanto siento el agua fría recorrer parte de la cama.

Cinco minutos y te quiero en la cocina —comienza a caminar en dirección a la puerta —si no estas ahí, veras de lo que soy capaz yo... —escucho como azota la puerta de mi habitación.

No teniendo de otra me levantó de la cama, y sin siquiera lavarme la cara, o las manos, o cambiarme de ropa, baje a la cocina solo unos pasos detrás de ella.

¡Vaya! Hasta que te dignas a levantarte —dice mi madre con cara de pocos amigos.

¿Qué tienes Azzy? —pregunta mi abuela al verme mi cara.

¡Me duele!

¿Dónde? —se acerca a mi.

¡Aquí! —le digo mientras me señalo el corazón.


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Unas horas después de que regresamos de la playa dónde se va a realizar la fiesta, y tanto mi madre y mi abuela le dieron el visto bueno, regresamos a casa para comer algo y arreglarnos para salir y llegar presentables con los invitados.

Cerca de las cinco de la tarde, mi celular tenía más de una hora que no paraba de sonar, y de llegarme mensajes. Es un poco lógico, ya que le he facilitado las cosas a Iker, y ahora le he dado todo el tiempo libre que necesita para “hacer los deberes” con sus amigas. Aunque él lo ha negado todo. Yo preferí alejarme un poco; ya que ahora estaba más confundida que antes.

Ahora duda si tomó la decisión correcta. Lo extraña mucho.

Este mes se ha dada cuenta de eso.




Continúa...
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