martes, 24 de mayo de 2011

Capítulo 21 de Amar...Te Duele "¿Dónde está Jazzlyn?"


Amar...Te Duele
Capítulo 21  "¿Dónde Está Jazzlyn?"


Evangelina



—Pero no se que es lo que le pasa a esta niña —dice Evangelina tratando de justificar a Jazzlyn —los últimos días ha estado un poco rara, como deprimida, pero...

—¿Será sólo que está rara, no será que ella...? —comienza a decir Paula.

—¡Paola! — el señor Du Mont le llama la atención —No deberías...

—Yo soy Paola —dice la otra chica ofendida — mi hermana sólo está dando una posibilidad... no está diciendo que sea un hecho... además no la conocemos y... —ambas hermanas comienza a reír sin poder contenerse —p-pero no nos haga caso señora —le dice sin poder hablar a causa de la risa. —Sólo estábamos bromeando.

—Como dijo mi hermana, —sigue Paula — la verdad es que no conocemos a su hija, solo hemos hablado unas cuantas palabras por teléfono con su hija, ¿verdad? —voltea a ver a Iker, y le da un beso en la mejilla — no la conocemos, —trata de poner la cara más inocente que puede.

—Y ustedes —voltea a ver a ambas hermanas —¿Son... familiares del señor Du Mont?

—Aún no, —contesta Paola aburrida— algún día...

—¿Aún no? — repite entre dientes las palabras que acaba de decir la chica, Evangelina trata de comprenderlas.

—Por ahora, — continua Paula respondiendo en lugar de su hermana —sólo “hacemos los deberes” con Iker todas las tardes en su casa... en su recamara —nuevamente ambas hermanas ríen a carcajadas.

La madre Jazz las ve sin comprender, exactamente que quieren decir las hermanas, y entiende menos por la forma en que se miran y se ríen.

—Iker, yo creí que... —comenzó a decir.

—¡Papi! — gritan ambas hermanas al mismo tiempo —¡Por fin llegas! —las dos corren a su lado.

—¿Sabes que esto esta aburridisimo? —le dice Paula en un susurro apenas audible.

—La verdad es que hace falta algo aquí, ¿no lo crees? —Comenta Paola. —¿Podemos...?

—En un rato más niñas, hay que... disimular un poco —los cuatro comienza a reir, ya que la tía de las chicas Miller también ha llegado con él..

—Pues yo diría que... —comienza a decir, pero guarda silencio al ver que las chicas la voltean a ver.

A pesar de que Sara, la tía, casi madre de Paula o Paola, ya que las ha criado desde que tenían 8 años la verdad es que no le demuestran un gran amor, pero si mucha falta de respeto. No le pueden perdonar que ella está viva y que su madre falleció cuando ellas tan solo eran unas niñas. Desde ese entonces ella las ha criado como si fueran sus hijas. Ahora está en un estado avanzado de su embarazo, el cual el niño que trae en sus entrañas nacerá en poco menos de dos meses. Las gemelas no pueden evitar tener celos de él aunque no ha nacido todavía, ya que saben que al ser varón... ellas serán desplazadas del cariño de su padre.

—Creí que no vendrías —le dice Paola.

—¿No que estabas muy cansada? —pregunta Paula.

—Niñas, yo le pedí que viniera para que se distrajera —contesta su padre por ella —por su estado... últimamente no sale mucho. —Las chicas no dicen nada y cada una se coloca a un lado de su padre y regresan caminando a donde esta la madre de Jazz e Iker.

Después de las presentaciones correspondientes y una platica muy forzada por ambas partes; Evangelina se disculpó diciendo que era hora de buscar a Jazzlyn, para ver si se encontraba bien.

Caminó entre los invitados, incluso a algunos de ellos les preguntó que si no sabían donde podría estar. Y aunque recorrió gran parte de la playa donde no había nadie, es que la verdad no sabía donde buscarla. De repente sintió un mareo y ganas de devolver el estomago. Para que nadie la viera se alejo lo mas que pudo cuanto su malestar se lo permitió. Se quedo viendo a lo lejos la fiesta. Los invitados. En eso sintió un fuerte golpe en la cabeza.

Aunque no vio nadie cerca, ella creía que no tenía enemigos, aunque su “hija” si los tiene, nunca creyó que algo así pidiera su cederle a ella, pero unos segundos después de sentir el golpe, comenzó a desvanecerse y a ver todo oscuro. Pero aún así alcanzó escuchar algo de lo que pasaba a los lejos.

En se momento solo pensaba en ella.

Es cierto que mientras se le cerraban los ojos lentamente comenzaba a pensar en su familia; en sus hijos; en su esposo; en sus invitados; pero sabía, mejor dicho, tenía la sospecha que esto era para Jazz y se alegraba que ella no se encontrara ahí en esos momentos. Entre la gente que se divertía junto al mar.

Aunque seguía preguntándose dónde estará su niña.



Iker

—Padre en verdad no creo que se buena idea el que hayamos venido a la fiesta, sabes perfectamente que...

—Tu padre sabe porque conviene que viniéramos —contesta Paula.

—Además es hora de que la niñata esa —comienza decir despostamente Paola —se de cuenta con quien estas ahora, ¿no es cierto Sr. Du Munt?

—Lo sé Iker, tú ya no tienes ninguna relación con Jazzlyn, y por eso es preciso que ella vea con quien estas —les dirige una sonrisa leve a las dos chicas —ellas ahora son tú presente... tu futuro; en el cual Jazzlyn es mejor que se encuentre lo más alejada de ti... si es que ella valora la vi...

—Pues, eso de mantenerse alejada —comenta Paola —no creo que sea suficiente... ella debería...

—Eso es algo que tú no decides Paola —la interrumpió el padre de iker —por ahora lo importante es que deje que ustedes tres, estén a solas y... se pueden conocer mejor; ya más adelante decidiremos que se hará con respecto a...

—Eso es algo que no le corresponde a usted decidir —comienza a decir Paula —esto es una decisión del consejo y...

—Lo has dicho perfectamente —dice con voz de triunfo el Sr Du Mont —eso es algo que el consejo decidirá, ni ustedes, ni su padre, ni yo; y hasta el momento la orden que tenemos es mantenernos alejada de ella, solamente eso y...

—Que aburrido —se lamenta Paula, mientras voltea a ver con un cierto odio y desden al padre de Iker.

—Pero eso no nos debe quitar la diversión de... —termina diciendo Paola

—Bueno niñas, tienen razón pero debemos tener ciertas reservas al tratar de... —dice no muy convencido de sus palabras, pero es lo mejor no ponerse en contra de ellas, eso es lo que piensa el Sr Du Mont

—Vale, ya —dice Iker —esto no es un juego, podrían peligrar vidas inocentes y...

—Tú también vas a empezar de aburrido —dice Paula con cierta flojera —Ojala mi padre no tarde en llegar y la cosa se va a poner interesante.

Continuaron caminando por la playa en silencio, Iker sabía que entre más defendiera a Jazz, sería como estar provocando a las gemelas, incitándolas a dañar a Jazz para lastimar a los dos. La hermana y madre de Iker no sabían de que estaban hablándolo además desde que salieron de casa tiene la misma expresión y sin ninguna palabra en los labios.

—Buenas noches —los saluda Evangelina con una gran sonrisa —en verdad es un honor tenerlos aquí.

—Buenas noches, y gracias por invitarnos — contesta el padre de Iker. —Bueno, ya conoce a mi esposa y a mis dos hijos — señala a su familia —y estas dos preciosidades —voltea a ver a las gemelas —son ya como de la familia: Paula y Paola.

—Mucho gusto señoritas— les dice mi madre mientras se acercarse a ellas y comienza a saludar a todos de beso en la mejilla.

—Espero que no les moleste, pero en algunos momentos llegaran mis consue... los papas de ellas, se que es un atrevimiento, pero como han oído hablar tanto de jazz, pues tienen mucho interés en venir a conocerla y... —dice entre apenado y con cierto temor el señor Du Mont.

—No se preocupe — responde Evangelina mientras voltea a Jazzlyn, hasta cierto punto está preocupa y ella siempre es muy amistosa con todo el mundo, además como dice Arturo “habla hasta por los codos” y en estos momentos parece otra persona.—siempre es bueno recibir gente agradable, en fiestas... de... bueno me comprende, unas personas adultas, nunca están de más. —Termina diciendo Evangelina con un ademán de felicidad.

—Es un gusto verte Jazzlyn, —le dice El señor Du Mont a Jazz, mientras le da la mano, —no todos los días uno puede celebrar sus dulces dieciséis.

—¡¿Dulces dieciséis?! — dicen las gemelas al mismo tiempo con una sonrisa en los labios y una pequeña risa, — Esto se va a poner más divertido, en un rato — dijo en un susurro Paula —será inolvidable está fiesta —le dijo a su hermana al oído —Y Paola soltó una carcajada, todos la voltearon a ver pero no dijeron nada al respecto.


Parece que Jazz fue la única que escuchó las ultimas frases de las gemelas. Pero antes de hacer algún comentario, un saludo o que saliera un leve sonido de sus labios, se dio cuenta que la estaban observando detenidamente las dos chicas y ella sintió como las fuerzas la comenzaban a abandonar, sentía los ojos pesados y el estomago revuelto. Le costaba trabajo respirar. Y sin más dio unos pasos hacia atrás se dio la vuelta y comenzó a correr lo más rápido que pudo, se tenía que alejar de ahí la antes posible.

—Pero que le pasa a esta niña —Comienza a decir Evangelina —en verdad lo lamento, han de ser los nervios o... —buscaba las palabras adecuadas para justificar la grosería que acababa de hacer su hija.

—Iker, quedate aquí, no es de tu incumbencia — El señor Du Mont le dijo a su hijo incluso antes de que este hiciera el movimiento más débil de tratar de seguirla.

—Pero es que... —comenzó a decir el chico preocupado —yo solo quiero...

Las dos chicas voltearon a ver a Iker al mismo tiempo, y él se quedo en silencio, solo agachó la cabeza y no dijo nada más. El control que tenían sobre él era notorio, y su madre desde que se junta con ambas chicas no se mete más en la vida de su hijo, y hoy lo quiso hacer.

—Amor, si estás preocupado por ella, ve a buscarla para que compruebes que ella esta b...

—No te preocupes mamá, ella está mejor si me mantengo alejado de ella —le dijo aun con la cabeza baja en un susurro poco audible.

En premio, ambas chicas se acercaron a él; una le dio un beso en la mejilla y Paula se lo dio en los labios, y ambos tomaron una de sus manos.

—Creo que no se siente muy bien la cumpleañera — dijo Paola.

—Pues ojala no sea que vaya a ser... —continuó Paula —que dentro de unos meses estemos celebrando otra fiesta y...

—No les haga caso —con voz baja respondió Iker aún sin levantar la cabeza — ha de ser la presión... y la emoción, ha de ser...

—¡Estás seguro de ello? —pregunto maliciosamente Paola —ella es muy guapa y hace no mucho la vi con un chico mayor que ella, y dudo mucho que solo sean amigos.

—Ya ves lo que dicen, no existe la amistad entre un hombre y una mujer, siempre uno de los dos busca algo más.. algo más carnal algo...

—Por favor —dijo en plan suplicante y viéndolas a las ojos; primero a Paula y despues a Paola — ella no es así y...

—Pues yo no estaría muy segura, pero... —se quedó callada al voltear y ver que llegaba su padre.
—Iker, yo creí que... —comenzó a decir su padre.

—¡Papi! — gritan ambas hermanas al mismo tiempo —¡Por fin llegas! —las dos corren a su lado.

—¿Sabes que esto esta aburridisimo? —le dice Paula en un susurro apenas audible.

—La verdad es que hace falta algo aquí, ¿no lo crees? —Comenta Paola. —¿Podemos...? —dijo como una niña que quiere comenzar a jugar, con su juguete nuevo.

—En un rato más niñas, hay que... disimular un poco —los cuatro comienza a reír., ya que la tía de las chicas Miller también ha llegado con él..

—Pues yo diría que... —comienza a decir, pero guardó silencio al ver que las chicas la voltean a ver. —Pero como dice su padre hay que esperar un rato antes de...

—Creí que no vendrías —le dice Paola.

—¿No que estabas muy cansada? —pregunta Paula.

—Niñas, yo le pedí que viniera para que se distrajera —contesta su padre—por su estado... últimamente no sale mucho. El embarazo la cansa mucho, pero un poco de diversión no estaría mal... para que se anime un poco.

Una vez que se presentaron con Evangelina y cruzaron unas breves palabras. A Evangelina le dio un escalofrío que no supo a que se debía y se disculpo diciendo que ira a buscar a su hija para ver si se encontraba bien.

—Me disculpan — les decía Evangelina y se daba la vuelta— ¡Toño!, ¿Donde estas Toño? — comenzaba a gritar — Toño, la niña no se siente bi....

—En verdad no se como puede ser posible que Jazzlyn tenga esos poderes con esa madre que tiene y...

—Es que ella no es es su madre biológica —contesta el Sr Du Munt, —ella la crío como su llevara su sangre, pero ellos son normales, su madre se llamaba Dessiré era una Maagiline muy poderosa, incluso aún más que su hermana Dildre o su madre Dayrys.

—¿Ella vive en una familia Büyü?, eso no puede lo puedo creer, ella... —comienza a decir Paula

—¿Ellos no son también Draíocht, como nosotros? —pregunta Paola intrigada.

—Si y no. —Contesta el padre de ellas. —Es complicado explicarlo. Los Maagiline son seres de luz, por asi decirlo, su lado... mmm angelical predomina en ellos, así como en la mayoría de las Burvju, y los Sihir; los Draíochoht somos seres de oscuridad, nos regimos por otros poderes y de nuestro lado están: los Sehrli, los Galdur. Pero como todo hay excepciones, ahi está el caso de su tía Dildre, ella está con nosotros y... —guarda silencio un momento, el mencionar ese nombre le produce hacer una mueca en el rostro. —Como saben ahora ya casi nadie es de sangre pura, los tiempo han hecho que nos reproduzcamos haciéndonos algunos más poderosos y en ocasiones más débiles. Pero a pesar de estas combinaciones aún se pueden diferenciar los seres de luz con los oscuridad. No se si me entienden —les dice su padre a ambas que tienen cara de confusión.

—Pero entonces los Salamangka ¿son los únicos de sangre pura? Yo creía que...— pregunta Paola.

—Sangre Real, es lo correcto, y de cada raza hay algunas familias todavía.

—Pero... no entiendo —Comienza a decir Paula, —yo sé que hay muy pocos Salamangka, y que son los más poderosos, y como dices... mmm si hay de todas las familias... y hasta donde tengo entendido algunos de ellos son parte del consejo y...

—¿En el consejo? —pregunta Paola —¿Tú como sabes eso si yo...?

—Porque cuando hay adultos en casa me acerco a platicar con ellos... y soy muy observadora. Pero a lo que iba, si hay Salamangkas en el consejo, no sería más fácil que ellos la eliminaran, no entiendo porque es que le tienen miedo a esta niñata y...

—En verdad Paula, eres muy observadora y has entendido algunas platicamos que han habido en casa —dice el Sr Miller orgulloso —pero no es tan facil como piensas.

—Si es así, para entender mejor Jazzlyn, ¿de donde viene? —pregunta insistente Paula.

—A veces llevar los registros es un poco difícil, pero hasta donde sabemos gracias a que Dildre nos a ayudado mucho, ella y Dessiré eran parte Sihir y Burvju; y Dessire tuvo la suerte de casarse con un Salamangka Real. —comenta Sara con cierto desprecio en la voz.

—¿Quieres decir que ella, tiene Sangre Real en sus venas? —dice sorprendida Paola.

—Pero ¿no tenemos todos un poco de esa sangre todos? —dice dudando Paula —hasta donde se, los Ángeles, son el inicio de todo y...

—Bueno niñas, —dice Sara, —creo que aqui no es el lugar para aclarar todas sus dudas de sus antepasados, ¿no lo creen?, como ya les dijo su padre es muy complicado explicarlo, pero...

—Lo sé Sara —contesta haciendo un ademán de aburrimiento, —es que no se tomaron la moslestia de explicarnos nada, ahora comprendo porque tienen tantas consideraciones con ella ahora, pero lo que no entiendo porque su hermana y madre no tuvieron la misma suerte, si ella...

—Bueno, ¿y vas a dejar que el pasado te arruine el presente? —Dice su padre.

—¿Eso quiere decir que...?

—¿Quieres empezar? —le responde —pero recuerden que no se puede hacer daño grave a nadie —les recuerda —a nadie, queda entendido.

—Pero... —comienza a decir Paola.

—Solo vamos a jugar un poco, divertirnos, espantarlos un poco para que sepan quienes son los que mandan, más adelante esto dejara de ser un juego. Pero por ahora sólo es diversión.

—Vaya plan —se quejó Paula.

—Nos vemos en un rato —dijo Paola y salió corriendo en dirección a donde se encontraban los demás invitados.

—Arrivederci —grita Paula que va detrás de su hermana.

—¡Vamos! —El Sr Miller les dice a sus acompañantes.

—Ustedes —se detiene el padre de Iker dirigiéndose a su esposa y Sthepany su hija —será mejor que se queden aquí.

—Pero... —comienza a decir su mujer —no entiendo que es lo que pasa, que son las maaga-lo-que sea y los draíotos.

—Son Maagiline y Draíocht, recuerdas que cuando te conocí te dije que era diferente y que si me amabas lo ibas a entender; —guarda silencio un breve instante — mientras no hables ni opines de cosas que no sabes, nada malo les pasará a ustedes, estarán a salvo mientras estén conmigo.

—¡A salvo! —comienza a gritar a un paso de la histeria —pero de que estas hablando si y... —su esposo se acerco a ella tapándole la boca, antes de que la familia Miller volteara a verlos.

—Mujer, entiendeme, —le dice en un sussurro —nadie debe salir herido, y menos ustedes que son mi vida, yo se que he cambiado los últimos meses, —guarda silencio un momento mientras libera los labios de su esposa —es mi destino —dice melancólico, —el destino de Iker, y sencillamente no lo podía abandonar, se que las estoy arriesgando a ustedes, pero si no cometes ninguna imprudencia, podremos continuar nuestra vida, realmente sin cambios.

—Pero...

—Mientras esten a mi lado, nada les pasara —le da un beso en la mejilla —simplemente olvida lo que has escuchado, así como ustedes al final yo soy también un espectador; pero no puedo dejar a Iker solo... él todavía debe de tomar muchas decisiones y sean las correctas o no... estaré siempre con él. Y con ustedes. Así que quedense aqui o regresen al auto es mejor que no vean esta noche nada. —Le entrega las llave del auto —después con calma te contaré todo y tomaras una decisión, pero ahora vayan al auto —le dio un ligero beso en los labios y uno a su pequeña en la mejilla. Se quedó observando como iban de regreso.

Busca a Iker con lamirada para ver donde estaba, y lo que más temía estaba a un lado de Sr Miller.


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—Ya deja de poner esa cara de bruto Noe —le dice Diego a su hermano.

—¡Dejame! —le contesta de mal modo —que te importa que cara ponga... o tenga.

—Asi que Jazz te ha impresionado —le comenta en un tono burlón —la verdad hay que reconocerlo, la niña se ha puesto muy...

—Ten cuidado —dice Noe cuando pasa una chica pelirroja a su lado empujándolo como si no lo hubiera visto.

—¡Callate Büyü! —le dijo mientras de la nada le arrojaba una gran cantidad de agua encima de él.

—¡¿Pero que te pasa?¡ —le grita mientras se pone de pie, pero más tarda en hacerlo cuando pasa otra pelirroja junta a él y sin que lo toque el siente como si lo hubieran dado una fuerte cachetada.

—¡Pero que demoni...¡ —comienza a decir Diego. Se ha quedado callado ya que una de las fogatas que estaban a unos cinco metros de donde se encontraban ellos explotó de tal forma que las llamas alcanzaron unos diez metros de altura.

La gente comenzó a correr lo más lejos que pudo del lugar. La situación se estaba convirtiendo en un caos completo. La gente reunida en la playa gritaba y corría en todas las direcciones.

Pero esa no fue la única fogata que explotó, los otras cuatro que había a lo largo de la playa tuvieron el mismo efecto. Sin ninguno motivo aparente explotaron lanzando grandes llamaradas a lo alto.

Entre el humo, la gente corriendo y los gritos era lo unico que se escuchaba; muchos caían al suelo y eran pisados por las demás personas.

Pero entre todo este bullicio se alcanzaban a escuchar risas, mejor dicho, carcajadas por encima de todo el alborto. Risas masculinas y femeninas. Acompañadas de comentarios despectivos.

—Corran Büyüs, corran como ratones, que son lo que son —gritaba una voz femenina.

—Estos no sirven de tapetes —decía otra voz —están todos bofos y mis tacones se atoran — decía entre carcajadas.

La gente que estaba más alejada de las fogatas pudieron no solo ver el caos que había sino que veían unas luces extrañas, una especie de rayos que salían en todas direcciones, de varios colores brillantes.

Y la gente por más que corría para alejarse del lugar no podía, corrían sin parar y nunca llegaban a la avenida que estaba a tan solo algunos metros de la playa. Incluso los automóviles que pasaban por ahí, parecían no percatase de lo que estaba sucediendo.

Los que llegaban casi a la avenida, por una fuerza invisible eran empujados de nuevo a la multitud que seguía corriendo sin rumbo alguno.

Cada vez el disturbio, las carcajadas, los gritos de desesperación eran más fuertes y nadie acudía a ayudarlos.

Estaban atrapados ahí y no podían escapar.

Incluso hubo gente que en los lugares más apartados comenzaron a rezar, pensando que había llegado su fin.

Después de un rato de tanto alboroto, nadie sabe con certeza cuanto tiempo había pasado; el fuego se había apagado, ya no se escuchaban carcajadas o grito alguno, simplemente estaba lleno de humo el lugar. Y estaba todo obscuro.

La gente comenzó a caer al suelo desmayada, una tras otro. Encima de las demás personas, sobre las mesas. Por todas partes la gente caí como muerta al suelo. Donde se encontrara.

Ahora solo se escuchaba el silencio en el aire y el sonido de los olas golpeando contra la arena y las rocas del lugar. Y así fue toda la noche. Una noche negra donde las únicas luces que se veían eran la de los automóviles que pasaban a unos metros de ahí y no se daban cuenta de que había cientos de personas tiradas en el suelo. Entre la arena, las carpas, entre las piedras.

Parecía que el lugar era inviable para la gente que no estaba ahí.

Fue una noche silenciosa, negra y hasta cierto punto tranquila.


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Cuando comenzó a salir el sol. El escenario que se podía ver era atroz.

—Pero... —algunos invitados de Jazz comenzaron a ponerse de pie. —¿Donde estamos? —se decían unos a otros.

Nadie comprendía que fue lo que sucedió. Nadie sabía porque estaban en el suelo. Nadie recordaba nada.

Lo ultimo que tenían de recuerdo era que estaba celebrando el cumpleaños numero dieciséis de Jazzlyn Betancourt y que todo era felicidad. Amigos, musica, comida, y nada más.

No sabían como habían terminado dormidos todos en el suelo, en posiciones extrañas, como si solo se hubieran caído al suelo y con un fuerte dolor de cabeza.

Cualquiera pensaría que se les pasaron las copas y la fiesta se puso un poco densa. Pero en realidad el alcohol que hubo ahí, fue a lo más algunas cervezas para los más grandes ya que como la mayoría de los invitados eran menores de edad; Evangelina, Dayrys y Gio habían hecho todo lo posible para que no llevaran bebidas embriagantes los invitados.

Ya la mayoría de las personas se habían puesto de pie, y todos preguntándose que es lo que había pasado. Menos una persona.

—¡Jazz! —llamaba con desesperación —¡Jazz! —los gritos cada vez eran más desgarradores —¡Nena, respóndeme¡ —gritaba Evangelina quien tenía una herida en la frente.

—¡Jazz! —se escucho lo voz de Toño.

—¡Peque! —La voz de Ed se escuchaba ahora.

—¡Frikie! —decía entre llanto Arturo.

—¿Dónde estás Jazz? —Seguía llamando Eva a su nena.

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