miércoles, 17 de noviembre de 2010

Capítulo 5 de Amar...Te Duele "El Primer Beso"



Amar...Te Duele
Capítulo 5  "El Primer Beso"


4:55 am

Después de que hasta el ultimo invitado salio del jardín, mi familia decidió que era hora que nosotros también nos retiráramos y nos fuéramos a casa a descansar, había sido un día muy largo para todos. Tenían cara de quererse dormir, se les veía en el rostro.

Yo la verdad era lo que menos deseaba, no quería que este día terminara, sencillamente si pudiera regresar el tiempo una y otra, la regresaría algunas horas atrás.

Regresamos a casa, y todo mundo se retiro a su recamara a dormir, lo bueno es que mañana es domingo y nos podemos levantar hasta tarde, —Buenas noches— decían todos en la casa.

Buenas noche, que descansen— les conteste —Pollo, Pato, gracias, en verdad ha sido mi mejor cumpleaños, ha sido el mejor día de mi vida, no se como agradecerles lo que hicieron por mi— dije.

Mis papas se detuvieron a media escalara, me observaron con ternura y ambos dijeron —Eso y mas te mereces princesa, que descanses.

Yo corrí para alcanzarlos los abrace y los llene de besos —En verdad los adoro, son los mejores del mundo.

Ves nena como tenia razón, si te hubiéramos pagado tu viaje como decías, no hubieras disfrutado como hoy, ves como tenia razón, anda sube a tu recamara cambiate y descansa que ha sido un gran día hoy— me dijo mi madre.

Es verdad pollo, que bueno que no me cumpliste mi capricho del viaje, ¡gracias!, hoy es un día que nunca olvidaré— contesté mientras le daba un beso a cada uno y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación que esta en el tercer piso.

Entre a la habitación, encendí la luz, fui directo al espejo; que tengo, que es de cuerpo entero, me observe unos momentos, sonreí, aun no podía creer lo que había pasado horas antes. Fui a mi escritorio, busque mi diario, puse un poco de musica y me fui a mi cama. Abrí el diario y comencé a escribir:


18 de febrero 2007

“No lo puedo creer, tanto que rezongaba por la fiesta que se me hacia totalmente una cursilería, fuera de época, que decía que mis amigos se iban a burlar de mi, diciéndome que soy una ñoña, que mis papas aun mandan sobre mí...”


Cambie de posición, sentada en la orilla de la cama no me sentía muy cómoda, no quería arrugar el vestido por eso me había sentado así. —Aún no deseo quitármelo, si por mi fuera diario lo utilizaría— pensé.

Me subí complemente a la cama, cruce las piernas y sentada a la mitad de la cama continué escribiendo:


“Sencillamente me importa ya un bledo lo que digan o piensen, hoy a sido el mejor día de mi vida. Lo que en mi corta edad siempre había deseado; estar vestida como una princesa en un cuento de hadas y junto a mi príncipe azul; por fin se hizo realidad, bueno, casi , con algunos cambios. Si es cierto fui una princesa, por lo menos esta noche, con un traje largo y mi corona, arreglada bellamente; en lugar de castillo, fue una pista de baile en medio de una tienda; por lo menos había pista de baile y música, y estaba ahí junto a él, bueno quizás no es un príncipe azul, pero definitivamente, sí... estaba junto al chico más guapo de la fiesta. Estábamos los dos bailando un vals, tampoco era un vals como tal era una balada de los guns; y todos los demás alrededor nuestro viendo el espectáculo; bueno quizás estoy exagerando, si estábamos los dos bailando, pero la verdad ya no había tanta gente en el lugar y los pocos que estaban ahí dudo mucho que nos estuvieran prestando atención. Pero no importa yo sentía que estábamos los dos solos en la pista de baile de un gran castillo bailando el vals con mi príncipe azul; lo que vemos y leemos en los cuentos de hadas antes del “Y vivieron felices para siempre”.

“Pero no importa, él y yo, estábamos juntos, yo con las manos en sus hombros, mejor dicho en su pecho, porque si es muy alto, yo con mi 1.52, pues todo lo veo inmenso, él ha de medir como 1.80 o algo así, porque se tuvo que inclinar para tomarme de la cintura y así bailar lo mas pegadito a mi.”


Sencillamente, por mas que intentaba controlarme no podía, la sonrisa y el buen sabor de mis labios no desaparecía, estaba suspirando, como nunca lo había hecho, era la mujer mas feliz en estos momentos de todo el planeta. La verdad a pesar que ya era tarde, no tenia sueño; así que baje de la cama, fui a buscar en mi mesita a ver si tenia agua la jarra, como estaba vacía, salí de la habitación tratando de no hacer mucho ruido baje a la cocina, a buscar algo con que refrescarme, tenia la boca seca, es raro que me de tanta sed, quizás se debe a tanta emoción y alegría que he sentido las ultimas horas.

Baje con cuidado las escaleras, decidí no prender las luces para no despertara nadie, se escuchaba mucha tranquilidad en la casa, estaba muy obscuro, pero como nunca le he tenido miedo a la obscuridad ni me preocupe, bajaba despacio, el vestido era largo y sin los tacones casi lo arrastraba, solo me faltaría que me tropezara para rematar mi día con algo trágico.

Por fin llegue a la cocina, prendí la luz, fui directo al refrigerador y lo abrí —Maldita sea no hay agua fría— dije —odio tomar agua al tiempo”, bueno con el clima de Cancún, decir agua al tiempo es decir agua caliente, tibia; y el agua con hielos no me gusta. Así que busco en el interior que hay para tomar. Encuentro jugo o leche —jugo o leche ewwg, no me gustan mucho, pero teniendo tantas opciones prefiero un poco de jugo— rezongó un poco —busco un vaso me sirvo un poco, el envase lo regrese a su lugar, cerré el refrigerador, me di la vuelta y justo cuando iba a apagar la luz, en la ventana que está justo por encima del fregadero, vi dos pares de ojos observándome fijamente.

Eran rojos, muy brillantes, no pestañeaban, no dejaban de verme fijamente —Aaaaayy— comencé a gritar histericamente —Aaaaaayyyyhhh— seguí gritando— y por la impresión solté el vaso este cayo al suelo haciéndose añicos y haciendo un gran ruido.

Jazz... Jazz... ¿dondes estas?— gritaban Ed y mi papá —Princesa, ¿donde estas?—seguían gritando con desesperación ambos.

E-es-esttt-estoy en la cocina— con trabajo pude contestar.

Llegaron corriendo ambos, Ed traía su bat de béisbol en las manos. Estaban más asustados que yo, y con los ojos buscaban el porque había gritado así. Mi papá observó el vaso roto en el suelo, y preocupado me dijo —Jazz, ¿que paso, q-qu-que te pasó?— con trabajo podía hablar, estaba muy asustado.

No quería asustarlos mas de lo que ya estaban —N-na-nada, papá, fui una torpe, no es nada, es que cuando iba a apagar la luz vi una a-araña en la pared... una araña enorme, ya sabes que me dan miedo, me espante y se me cayo el vaso, solo eso— dije tratando de convencerlos que nada había pasado y que estaba bien. Pero en realidad yo era la que me quería convencer, que mi imaginación últimamente me estaba jugando unas bromas pesadas, muy pesadas en realidad.

¿Estas segura peque?— Preguntó Ed, con dudas.

Si Ed, no te preocupes, solo me espante por la araña, perdón por despertarlos así— les estaba pidiendo disculpas —No era mi intención, es que como no tenia sueño, me dio sed, por eso baje a buscar algo— dije un poco apenada y asustada —Pato, Ed, regresen a dormir, yo limpio este desorden y subó inmediatamente.

Ni hablar peque—. Me dijo Ed, subimos los tres al mismo tiempo— dijo y salió a buscar la escoba y el recogedor.

Me agache, para levantar los pedazos mas grandes. Cuando sentí, que lo que había visto por la ventana ahí seguía, yo por miedo, no me atrevía a voltear hacia la ventana. Como estaba distraída, unos de los vidrios me hizo una cortada en la mano izquierda nada grave, pero sangraba mucho.

Me lleva la...— me quede callada, se que a mi padre no le gusta que hable así —Soy una tonta, me corte la mano.

Mi papá corriendo se agacho para ayudarme a ponerme de pie, inmediatamente, fuimos al fregadero, yo tenia los ojos cerrados, aparte que la sangre me causa malestares no quiera ver hacia el patio. Abrió le llave del agua y puso mi mano bajo el chorro de esta, cuidadosamente me lavo la herida, busco a ver si tenia el vidrio enterrado, vio que era una cortada como de tres centímetros de largo, y no era muy profunda.

Entró Ed con las cosas para recoger los vidrios.

Hijo, trae del botiquín, gasas, alcohol, y la cinta, Jazz, se hizo una pequeña herida, en la palma de la mano, hay que curarle para que nos se le infecte.

Ed salio corriendo de la habitación.

Si ahora que te limpie la herida veo que es más grande de lo que se ve, inmediatamente nos vamos al hospital ¿entendido Jazz?—dijo amenazante, porque sabe que odio ir con el doctor.

Si pato, pero no creo que sea tan profundo el corte, casi no me duele la herida— mentí, porque en realidad, me dolía horriblemente, y no solo la mano, era todo el brazo.

Entro corriendo Ed, con las cosas que le pidió mi padre, y después se puso a limpiar el suelo —haz lo con cuidado, hijo, no te vayas a cortar también— dijo mi papá.

Fuimos a la mesa y me limpio la herida, primero con agua destilada y algodón, y la estaba revisando, —Mmmm, creo que tuviste suerte, no está profunda, así que la desinfectare, te la cubriré y mañana vamos al doctor para que la revise como debe ser ¿Ok? — dijo— y comenzó a limpiarla, aunque ya no sangraba gran cosa, si ensucio algunas gasas con sangre, pasó un algodón impregnado en alcohol; me ardía horrible. Cuando dejo de salir, el hilo de sangre, me puso una pomada, hizo unos vendoletes, utilizo 3, uno a cada orilla y otro al centro, cubrió con una gasa y la fijó con cinta.

Bueno creo que eso es todo lo que puedo hacer— dijo— voltea a ver a mi hermano que estaba en la entrada de la cocina observándonos —¿Listo?

Ed contesto solo con un pequeño movimiento de cabeza, —Bueno, vayamos a descansar, es tarde y casi no hemos dormido nada— dijo junto a un bostezo.

Jazz, cambiate el vestido, y duerme, que ya es tarde— dijo dirigiéndose a mi. —Que descansen— y entro a su habitación.

Descansa Peque— me dijo Ed, antes de perderse en la obscuridad de su cuarto.

Tu también Ed, hasta mañana— le conteste. Seguí subiendo las escaleras, la única que dormía en la tercera planta era yo, porque ahí esta la habitación mas grande, al principio mis papás no quería que durmiera sola en ese piso, pero cuando le puse cara de “anda si por for fis por fis y ojos tiernos”, algo así del estilo del gato con botas que sale en Shrek. Los convencí; y desde ese día mi habitación esta arriba, sola donde nadie me molesta.

Entre a mi habitación, aún con dolor en la mano. Pero la verdad lo que más me preocupaba eran... lo que creí ver en la ventana. Simplemente no podían ser reales, fue fruto de mi imaginación y de la obscuridad —Si no había nada, el cansancio, el estrés hace que vea y sientas cosas que no existen— dije tratándome de convencer.

Sí, antes no tenia sueño, ahora con el dolor y el susto, menos, así que puse más música, ya se había terminado el cd de Moenia; busque entre mis discos y encontré uno de Daddy Yanquie; quería algo mas movido para no pensar en cosas raras, la primera canción empezó a sonar, que era “Pose”, comencé a cantar y bailar un poco, necesita distraerme y pensar en cosas agradables.

Aún no quiera cambiarme de ropa, quería estar así un rato más, además el Aroma de Ian seguí impregnado en mi, lo sentía— sonreí un poco —hoy nada va a ser que se me olvide lo que me pasó; mi primer beso; es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo y no voy a dejar que nada ni nadie me quite la felicidad que sentí hace horas— me digo a mi misma.

Regreso a la cama, y vuelvo a la misma posición de flor de loto a la mitad de la misma, tómo el diario y leo lo ultimo que escribí:


“... él ha de medir como 1.80 o algo así, porque se tuvo que inclinar para tomarme de la cintura y así bailar lo mas pegadito a mi...”


Vaya, es realmente increíble, que por un simple beso, este así, que me sienta así... tome la pluma y continué recordando el momento:


“Sentía que mis pies no pisaban el suelo, sentía que volaba, y el me sostenía. Quitó una mano de la cintura buscó mi mano, entrelazamos los dedos y la puso a la altura de su pecho, cuando acercó su rostro al mío y sentía su respiración, millones de mariposas estaban dentro de mi, no solo en el estomago en todo el cuerpo... sentía que me iba a desmayar, sentía el calor de su cuerpo junto al mío, su respiración chocaba con la mía... vaya la verdad es que huele delicioso, su aroma, es... es como cuando hueles un pastel de chocolate, en medio del bosque...”


Bueno la verdad es que tanto así como un pastel de chocolate no; eso es muy dulce para él, huele a hombre no a niño— Pienso.


“...huele... huele como cuando estas comiendo una manzana enfrente de una cascada, y se mezclan los olores de la fruta, el agua, la tierra, los arboles, la madera húmeda y la frescura que se siente en el viento; sí, así huele, algo difícil de explicar, pero se que sin importar el lugar o la distancia, distinguiré a kilómetros su esencia...”

“En eso acerca su rostro mas al mío, se inclinó un poco, acercó sus labios a mi oído y me dijo: “Eres hermosa princesa—“ ¡wow! Mis piernas temblaban, sentía que no me podría mantener en pie un segundo mas, era su princesa... su princesa y él mi príncipe.

“Cuando se alejo un poco, pude ver esos grandes ojos negros, tan obscuros como la noche, aunque podrían ser parte de una mirada fría y fuerte, con las abundantes pestañas negras ligeramente onduladas, hace que tenga una mirada cálida; simplemente te pierdes en la profundidad de ellos; al verlo a unos centímetros de distancia, observándome tan detenidamente, me sentí hipnotizada, sentía... que no había nada mas importante en ese momento que él, no sentí pasar el tiempo, desvié un poco la mirada y vi como se humedecía ligeramente sus labios; vaya jamas imagine que algo se me antojara, así, como estaba sucediendo en ese momento...”


Con el dedo índice recorro mis labios al recordar como fue su contacto; y sonrío; incluso al recordar siento en el estomago la misma sensación.


“...cuando vi que se humedecía ligeramente los labios, jamas imagine que algo se me antojara, así, como me estaba sucediendo en ese momento, con solo verlos podía imaginar que era, tan... tan suaves, cálidos. Y simplemente poco a poco se fue acercando más a mi. Yo me quede petrificada, no sabia que hacer: si tener los labios cerrados o si los abría un poco; siento como su respiración acaricia mi rostro, estaba cada vez mas cerca cuando... Me pude dar cuenta que eran mas suaves, carnosos y muy cálidos de lo que se veían; estábamos respirando el mismo aire. Empezó muy tierno, me acercó más hacia él, sentía como me apretaba contra él; la mano que tenia en la cintura lo quitó de ahí para sostener mi rostro, mas cerca del suyo; sentía su cuerpo, su calor, poco a poco hizo que abriera la labios, yo tímidamente los abrí sin saber que...”

“¡Wow!, sentí como me mordía ligeramente el labio inferior, solté un ligero gemido, no se porqué, sentía que me fallaban las piernas; de repente todo termino, fue tan rápido, en un segundo estábamos separados como por treinta centímetros. Y me dijo “—en verdad me alegro a verte conocido Jazz”, se acerco y me dio un beso en la mejilla. “—te veré pronto”, se dio media vuelta y camino hacia la salida.”

“Yo simplemente me quede viendo como mi príncipe se alejaba de mi, no le pude decir nada, por mas que quise decirle “no te vayas”, no salio ningún sonido de mi...”


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Estaba caminando en el parque, era de noche, había una luna enorme, era bellísima no podía dejar de observarla. A lo lejos se escuchaban varios perros ladrando; no había nadie el lugar estaba solo, o eso parecía; siento que me pesan las piernas me empiezan a doler, me arden; veo a lo lejos una banca, camino hacia ella, necesito descansar un poco, el dolor cada es mas fuerte.”

Escucho risas volteo buscando de dónde vienen —¿Hola?— pregunto, no hay respuesta, veo sombras esconderse entre los arboles —¿Hola?— vuelvo a preguntar —E-es-estoy armada ¿Quien esta ahí?— vuelvo a preguntar.”

Busco la salida, no estoy sola, camino lo más rápido que puedo, las piernas me duelen mucho, trato de correr y no puedo; comienzo a llorar —Ayuda— grito con desesperación.”

Trato de correr, mis piernas no responden, cada paso me duelen mas, en eso, no puedo ser; estoy rodeada, volteo a ver unos arboles que están enfrente de mi y veo entre ellos tres pares de ojos rojos, como la sangre...”

“—Auxilio, ayudenme— grito aunque parece más que estoy rogando. —ayudenme por favor— sigo gritando quedándome casi sin voz.”

“—Ozahira, eres nuestra y nada puedes hacer— escucho que alguien dice.”

Se oyen murmullos y risas a lo lejos.”

“—Ayuda por favor— sigo gritando— pero no hay nadie estoy sola.”

“—Ozahira, es tu destino, nada puedes hacer, eres nuestra y está llegando la hora que regreses a tu lugar, que cumplas tu destino— alguien dice atrás de mi.”

“—Me confunden, yo me llamo Jazzlyn, no... no Ozahira— contesto temblando —No soy a la que buscan, me confunden— grito en todas direcciones. Mis piernas cada vez me duelen mas, no soporto el dolor.”

“—No pequeña, no te estamos confundiendo, tu nombre es Ozahira— Alguien dice junto a mi. —Está llegando el momento que se cumpla tu destino, te tienes que preparar”.

Siento que algo me golpea las piernas a la altura de las rodillas, por la parte de atrás. Esto hace que caiga sobre las rodillas, las lágrimas, el dolor... ya no puedo me falta el aire, el dolor es insoportable: escucho como se acercan; los murmullos cada vez los escucho más fuertes... ya no puedo respirar cuando siento que... estoy rodeada, los murmullos y las risas están junto a mi ya nos los escucho a la distancia, estoy rodeada cuando...”



6:28 am

Despierto con lágrimas en los ojos, me duelen las piernas, las rodillas me duelen, me arden. No puede ser, otra vez soñé el parque. No puedo dejar de llorar, me duele el pecho.

No se en que momento me quede dormida, el diario esta en el suelo; aun tengo puesto el vestido, sigo llorando, siento una gran opresión en el pecho, me cuesta trabajo respirar. Con dificultad me levanto de la cama, levanto el diario del piso y lo guardo en el escritorio; trato de tranquilizarme un poco, busco mi pijama, voy al baño; me lavo la cara, me empiezo a quitar el vestido.

El dolor de las rodillas es insoportable, me duelen. —¿Que es esto?— grito asustada, mis rodillas están raspadas, tienen todavía sangre fresca, incluso tierra, la parte de atrás se esta hinchando, me duele cuando toco la piel.

No puede ser, era un sueño, solo un sueño— Pienso asustada —Esto no puede estar pasando en serio no es real.

Es real Ozahira, más de lo que crees— escucho dentro de mi cabeza, o eso creo.



2 comentarios:

  1. Felin, me encanta el capi. Como sabes, siempre sere fan tuya.

    Yn besado, y sique escribiendo asi de bien :)

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  2. Graxx Sara!!

    Y bueno aqui ire subiendo todos los caps y más lojuras

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