lunes, 29 de noviembre de 2010

Capítulo 10 de Amar... Te Duele "¿Sólo Una Niña?"



Amar...Te Duele
Capítulo 10   "¿Sólo Una Niña?"


(Ian)



Que plasta me da, lo de los XV años. Yo y mi bocaza, ahora me friego y pongo buena cara, no me queda de otra —me reprocho mientras manejo.

Mm...ta, para el colmo no me acuerdo como se llama la niña, creo que Jessi —trato de recordar —Bueno no importa, que de gracias que el tarado de Raúl, me agarro en mis cinco minutos y acepte participar en está cursilería —le subo al radio —Si me vieran mis amigos, no me la acabo, bueno, al Rulo no le conviene decir algo, porque esta en el mismo hoyo.

En eso se escucha una leve explosión y se sacude el carro.

Vaya lo que me faltaba, se poncho una llanta, espero traer, la de repuesto —protesto mientras trato de estacionarse —odiaría tener que dejar el auto aquí he irme en taxi — observo el reloj —y para el colmo ya es medio tarde.

Con prisa busco la llanta de refacción, la cambio lo más deprisa que puedo y vuelvo a subir al auto. Por la hora que es hay tráfico.

Diablos... no puede ser... pu... —empiezo maldecir. —lo que me faltaba, nunca hay tráfico, pero estos cinco minutos de retraso , ya encontré a toda la maldita ciudad manejando —sigo maldiciendo —por eso odio que la universidad esta en carretera y no el la ciudad, con este mal... tráfico, nunca voy a llegar...

con un retraso como de 20 minutos, llego por fin a la casa.

¿No me podían esperar unos minutos? —protesto antes de tocar el timbre al escuchar la musica. —de haber sabido, pues mejor ni vengo, no les hago falta. Pero está Raúl me las paga.

¡Hola!, tu debes ser Ian, ¿verdad?, el amigo de Raúl, sino me equivoco —me saluda cortésmente un señor, de cuarenta y tantos años.

Perdón por la tardanza, pero, ya ve como es el tráfico, vengo de la universidad, ya ve que esta en las afueras en la carretera y a medio camino se poncho una llanta y bueno el trafico... la salida de todo mundo.

No hijo, no te preocupes, están adelantando un poco con las posiciones del baile, en lo que esperaban tu llegada. En verdad gracias por apoyar a mi princesa en este sueño. ¿Te ofrezco algo de tomar? —Pregunta.

Un poco de agua fría, si no es molestia —le pido mientras me indica donde están ensayando.

Claro, ¿sólo eso?, mira es por ahí, ya ¿los ves? —me dice —en un momento te llevo tu agua, y nuevamente bienvenido y mil gracias —me da una palmada en el hombro.

Recorro parte de la casa, paso por el comedor, la sala y llego a una puerta de cristal que es de donde proviene la musica. La abro y llego aún jardín enorme —sin duda mi adorada madre seria feliz aquí —pienso al ver la cantidad y variedad de flores y arboles. Continuo a paso lento entre menos tiempo este aquí sera mejor; paso junto a una piscina y al otro lado están ahí. Llego junto a ellos y saludo.

¡Mejor ya no llego! —dice Raúl.

Pues si quieres me voy —contesto irritado.

¡Hola!, no por favor no te vayas, casi no hemos adelantado nada. La verdad es que no te has perdido de absolutamente nada —responde una voz angelical.

¡Eh! Mmmh ¡H-hola! —saludo torpemente.

Lo que mis ojos ven es no a una niña, sino a una chica rubia con ojos claros; con una sonrisa que derrite a cualquiera. Pero no es una ilusión , ni nada parecido, es como una princesa. Si es y se ve como una princesa.

¡Hola! Jessi, mucho gusto, perdón por la hora pero tuve problemas con el auto, el tráfico, y bueno... —contesto más seguro.

¡Jazzlyn, tarado!, se llama Jazzlyn, no Jessi. Si seras jajajaja —dice burlándose Raúl.

Eh, no te preocupes, llamame como gustes, ¡Jessi!, ¡Jazzlyn!, ¡hey tú!, ¡guera!; jajajaja da lo mismo. Lo importante es que llegaste y podemos comenzar ¿no? —contesta Jazz.

¡Jazz! ¿Empezamos? —alguien grita.

¡Claro! —contesta —¿vamos? —nos dice viéndonos a ambos.

A pesar de estar con el uno..., dos..., uno..., dos...; al son de la musica. Algo que jamas crei hacer. Ni con mi hermana lo hice. Ahora lo estoy haciendo y que mejor paga, que lo que mis ojos no dejan de observar desde que llegue. Y si veo alguna sonrisa mejor. Así continuamos durante mas o menos una hora. Nos despedimos.

¡Gracias a todos! —Jazz decía —No se les olvide mañana a la misma hora, bueno todos menos Ian —dirigiéndose a mí —no es cierto es broma, si quieres llegar tarde, pues ya que no, que le podemos hacer ¿no? —termina diciendo cuando se acerca me da un beso en la mejilla y me regala una sonrisa maravillosa.

Nos dirigimos a la salida. Aun no puedo creer que esta chavita me haya impactado de esa forma. Nunca me había pasado nada igual.

¿Cómo te llegaste, en carro o taxi? —le pregunto a Raúl una vez que llegamos a mi auto.

En taxi, mi hermana se llevo el auto y ni permiso pidió, simplemente agarro las llaves y se lo llevo ¿Me llevas a mi house? —contesta, aunque en realidad ya esta esperando que quitara el seguro del carro.

Pues ya que ¿no?, solo porque estoy de buen humor. Que si no ahí te dejaba tirado. —contesto mientras subimos ambos.

El camino a su casa, fue tranquilo. Sin tráfico. Sin conversación. Simplemente con un poco de musica de fondo. Yo no tenía humor de hablar. Estaba cansado y lo único que deseaba era llegar al depa y descansar.

Por fin llegamos a la casa de Raúl.

¡Gracias hermano! Nos vemos mañana —dice bajándose del auto.

Solo con un gesto me despido y hago la partida de ahí. Para llegar a mi casa todavía me cuelga un poco ya que vivo en Playa del carmen; así que el camino es largo todavía. Lo único que me doy cuenta es que en todo el trayecto traigo una sonrisa de estúpido. No se que me pasa. Subo el volumen del radio y para distraerme comienzo a cantar la canción del cd que traigo. Después de casi 40 minutos después estoy estacionando el auto.

Unos minutos después estoy entrando a mi hogar. Bueno si a esto se le puede llamar hogar. A veces lamento el a verme alejado de mi familia, de mi país y probar mi suerte. Mi futuro en otro país. No es que me queje. Al final fue decisión mía dejar Portugal. Porque sencillamente lo que llevaba ahí no era vida. Mis padres, mi familia no me dejaba en paz, no me dejaba hacer nada. Así que con el pretexto de estudiar una carrera universitaria, me aleje de ellos lo más que pude.

Decido darme un a ducha con agua fría, por dos motivos: el primero quitarme el calor; un poco por el baile y otro por el clima.

Sí por mi fuera, me bañaría cinco veces al día. —pienso una vez que siento la refrescante agua recorriendo mi cuerpo.

La segunda razón por la que decidí darme un baño de gua fría se resume un una palabra “Jazzlyn”. No puede ser, es solo una niña, va a cumplir XV años, y yo tengo veintiuno. Pero es que simplemente no lo puedo evitar.

¡Jazzlyn! —sonrío al pensar en ella —creo que hoy va a hacer una noche muy inquieta —pienso mientras cierra el paso del agua, y busco el pantalón que me pondré.

Pero que hambre tengo — busco en la nevera que hay para comer, al ver que esta vacía. —creo que mañana antes de ir a la universidad, tendré que pasar a comprar algo de despensa. —digo en voz alta mientras cierro la puerta y busco el teléfono para pedir algo.

¡Buenas noches señorita!, quisiera ordenar una pizza de... —digo al teléfono.

Mientras espero que la cene llegue busco la lap, ya que tengo que hacer algunos trabajos de investigación.

Casi media hora después llega la cena. Tomo una cerveza de la nevera y la llevo junto con la caja que contiene mi cena; a al mesa donde estoy trabajando.

Sera un anoche larga —pienso mientras doy la primera mordida. —bueno, así por lo menos no pensare en cosas indebidas.

Siga trabajando durante unas tres horas mas o menos el sueño me esta venciendo. Así que apago todo y me retiro a mi habitación a descansar un poco. Ya que se viene un día largo dentro de algunas horas.


------------------------------



Los siguientes días es lo mismo de siempre. El trabajo en la mañana. En la tarde la universidad. Ya hacia la noche, un poco más de una hora de baile, bueno si a eso se le puede llamar baile. Y tarde todavía, un poco de trabajo en la lap, algo de cenar y descansar solo unas horas.

La misma rutina a sido estas casi dos semanas. Lo único bueno es que una sonrisa hermosa y un ojos coquetos, que me observan unas cuantas veces durante hora y media más o menos al día. Hacen que mi pesar y mi cansancio desaparezca aunque sea solo por unos instantes.

Lo malo es que en unos días más dejare de ver esa mirada. Ya que el día esta cada vez más próximo.

lo que son las cosas, cuando Raúl me pidió el favor de ayudar a la amiga de su vecina y amiga; por no saber decir “no”, alucinaba tener que participar en esta perdida de tiempo; pero ahora, con solo ver como sonríe, aunque aveces creo que lo esta haciendo por sus padres. No quiero que acabe está aventura. —sonrío mientras apago la lampara de mi recamara. —¡Buenas noches princesa!


------------------------------


El día más esperado y menos deseado por mi. A llegado. Hoy en la tarde es la fiesta. Hoy en la noche será la ultima vez que la vea. Hoy después de la fiesta y del baile, no tendré ningún pretexto para seguir viéndola. La diferencia de edades me lo impiden.

Con pesar me levanto de la cama. Busco que desayunar. Como es buena hora decido llevarme el desayuno a la cama que consiste de las sobras de la cena del día anterior. Prendo el televisor.

Ya que nunca tenga la oportunidad de ver nada, se me ha pasado el tiempo viendo película tras película. Cuando me doy cuenta de la hora que es: en una hora más a menos tengo que llegar al centro de Cancún. Y viendo las posibilidades de que llegue e tiempo. Ya que en carretera es alrededor de cuarenta minutos.

Dejo la cama de un brinco entro a darme una ducha rápido. Salgo en cinco minutos, me seco rápidamente; me pongo un poco de crema en el cabello, un poco loción, crema en las manos.

Me pongo el traje a medias. El saco, la corbata y el chaleco; me los pondré en el camino o en el estudio. Busco mi llaves y salgo con solo treinta cinco minutos para llegar a tiempo.

Quizás como sera la ultima vez que la vea en mucho tiempo, mínimo que me vea presentable —pienso mientras bajo de dos en dos los escalones del edificio.

Llego al lugar donde aparque el auto la noche anterior.

!Diablos! —grito —al ver que algún estúpido vecino me ha encerrado.

Abro la puerta del copiloto y a viento las partes restantes del traje que no me puse. Doy un portazo y subo corriendo a recepción a ver a Mauro, que es el conserje, a ver que hace con ese maldito auto.

¡Mauro! —entro gritando —¿Quien es el estúpido que ha encerrado mi auto? —grito y manoteo sin parar. —Tengo que estar en Cancún en media hora, ya es tarde y se me va a hacer todavía más —sigo gritando.

¡Pos yo creo que va a llegar tarde!, señor —contesta muy quitado de la pena.

¡Muevete, has algo, en tres segundos quiero irme —se me queda viendo con cara de imbécil —¡muevete! Que no escuchas investigas de quien es, lo arrastras o a ver que haces, pero ya —le grito y trueno los dedos al mismo tiempo.

Al ver mi rostro, sale corriendo en dirección al estacionamiento.

Con desesperación veo como transcurren los minutos —El ultimo día voy a llegar tarde —me lamento.

Casi diez minutos después a aparece un Mauro sudoroso y con cara de no es mi culpa.

¡Señor Maqueira! ¡perdón por la tardanza! —dice apenado. —Ya la señorita Vanessa a quitado su automóvil.

¡Gracias Mauro! — contesto —se que no fue tu culpa, perdón por los gritos de hace rato.

Salgo corriendo de la recepción. Llego a mi auto y ahí está con cara de “perdón” la vecina que todos se quieren tirar. Bueno hay que reconocer que la chica esta bien buena. Y con esos shorcitos, la imaginación vuela muy lejos.

¡Hay veci! Perdón —me decía con voz melosa —No se en que estaba pensando cuando deje mi carro así, pero si me dejas —te puedo compensar el mal rato que te hice pasar —seguía diciendo.

Sabes que Vanessa olvidalo, ¿quieres? —le conteste de mala gana.

Aunque esa propuesta no estaba nada mal. Esa piernas me estaban volviendo loco.

¿Vas a una fiesta o algo así? —pregunta.

Me disculpas —le digo cortésmente.

Para no gritarle me estorbas, deja de recargarte en el auto.

Si, y gracias a ti ya voy tarde, así que comprenderás que llevo prisa —contesto azotando la puerta.

Bueno que te vaya bien y que te diviertas —gritaba y se despedía con la mano en alto, mientras salia del estacionamiento.

Observo el reloj. Tan solo tengo 20 minutos para recorrer una distancia que normalmente realizo en 40 minutos. Así que arriesgándome a tener un accidente o mínimo conseguir una multa de tráfico; piso el acelerador hasta el fondo. Si la puntualidad no es lo mio. Por lo menos esta ocasión quisiera llegar a tiempo y poderla ver desde que baja del auto. Así que para no estar pensando y tener la tentación de estar viendo el reloj cada dos por tres pongo la musica un poco alto. Y corro a ciento cuarenta kilómetros por hora más a menos la carretera, cuando normalmente lo hago en ochenta.

Veinticinco minutos después, la verdad es que fue un récord llegue al centro de la ciudad, donde esta el estudio fotográfico. Cuando me estacione pude ver que los demás chicos, bueno casi todos estaban ahí, faltaba Edgar; ya se encontraban esperando. Baje del auto y me uní a ellos.

Vaya, por poco se te hace un poco tarde ¿No?, —me dice Raúl quitándome el saco para que me ponga, la corbata y el chaleco que llevaba en las manos.

Sí, un poco. Me embobe viendo unas pelis, y una de mis vecinas, para el colmo había bloqueado mi salida. Nos sabes tuve que manejar a fondo para llegar, creía que no llegaba a tiempo —contesto, mientras observo como una limusina se empieza a estacionar enfrente de nosotros.

¿Una vecina?, no me digas que el mango, la que esta buenisima, Vanessa se llama ¿no? —pregunta con curiosidad.

La misma, y como estaba “apenadisima” por la situación, se ofreció a compensarme por el “mal rato” —conteste sin voltearlo a ver. No podía quitar la vista de la puerta del automóvil.

¿Compensarte? Mmmh, ya ligaste, jajaja, bueno por lo menos una noche ¿no? —contesta con morbo.

Sabes perfectamente que no es mi tipo. Sí esta buenisima no hay quien lo dude; pero se me hace un poco “vulgar” —respondo —además a mi me gusta alguien más.

Eso no me lo habías platicado ¿Quién es la susodicha? —pregunta expectante.

Sueña si crees que te lo voy a decir, además... —no termino la frase, ya que mis ojos han visto a la mujer más hermosa que he visto.

Ha bajado del auto y ahí esta con su familia. Se ve espectacular. El primero que se acerca a nosotros es su hermano. Con pasos delicados, que parecía como si flotara se acerca nosotros nos saluda tiernamente a cada uno; e ingresamos al interior.

Para mi gusto la sesión fotográfica fue eterna. Con poses medio extrañas. Hincados; haciendo guarda; cargándola; después nos tomaron algunas individuales. Y terminaron con algunas con su familia.

Salimos hacia la iglesia. Afortunadamente fue breve la misa. Y terminando nos fuimos hacia la zona hotelera de la ciudad, que es donde será la recepción. Una casa con vista al mar. Definitivamente, los padres echaron la casa por la ventana. Cuando llegamos pude ver que había tres carpas. Y sin pensarlo mucho, porque era como lógico, alguna debía ser de bocadillos; la más grande tenía que ser para la fiesta en si, donde se cenaría y sería el baile. Así que por deducción la más pequeña debería de ser la de bebidas.

Me encontraba más nervioso que nunca. No entendía lo que pasaba, así que una vez que entre a la zona de bebidas, para tranquilizarme pedí un tequila, y otro más. Y otro más. Me los bebía como si fueran agua.

¡Tranquilo hermano! —escucho la voz de Raúl —a este paso cuando llegue la hora del baile no te podrás mantener en pie ¿no crees? —me dice, mientras me quita la ultima copa. Vayamos a caminar por el jardín, para que no se te suba ¿ok?

Estoy bien, esto no es nada —contesto de mal humor.

Vale, vale, cuando terminen los bailes si quieres nos tomamos una botella, pero ahora tranquilo —dice mientras caminamos —¿En que estas pensando?

En nada, la verdad es que...

¿En la sabrosa de tu vecinita? Jajaja —comenta entre risas —Cierto se me olvidaba, te gusta alguien más ¿quién es?

¡Qué te importa! —respondo —vayamos mejor a la fiesta, ¿quieres?

Lo único que quiero, es poder verla el mayor tiempo posible; porque en un par de días tendré que viajar a mi país, la salud de mi madre no esta muy bien. Y no se cuanto tiempo estaré por allá. Aprovechando que el curso a terminado, me tomare unas vacaciones largas.

Entramos al lugar destinado para el baile la cena. Ella todavía no entra. Nos reunimos con los demás chicos y comenzamos a platicar de trivialidades lo cual la platica se convirtió en carcajadas.

A los pocos minutos escucho risas de algunas chicas, volteo a ver de donde provienen. Y ahí esta junto a tres de sus amigas. No puedo dejar de observarla. Esta hermosa, en eso ella voltea a nuestra dirección, me sonríe tímidamente y yo le devuelvo la sonrisa, sin dejar de sonreír.

¡A quien ves? —pregunta Raúl —y ¿Esa sonrisita?

A nadie en especial —contesto sin siquiera voltear —Es que he recordado algo, por eso estoy contento.

¡No puede ser! ¡La que te gusta ¿es...? —dice sorprendido.

¡Callate, y además no te importa ¿ok? —no lo dejo terminar.

Pero es... tiene solo... —sigue diciendo.

Raúl, no te metas, dónde nadie te ha llamado —le contesto de mala gana y por primera vez lo volteo a ver —No es tu asunto, lo sé, pero no se que me pasa, así qué no te metas ¿ok?

Comienza llegar todos los invitados, buscamos los asientos que nos asignaron. La cena fue tranquila. Lo único bueno es que solo estaba a unos asientos de ella, y con solo moverme un poco la podía observar, ver aquella sonrisa que parece que hechiza.

Después de la cena. El padre se levantó y he sido el brindis.

Después nos preparamos para el baile. El cual consistió en primero el vals en conjunto, llegado el momento cada uno tenia una parte en solitario con ella. Cuando fue mi turno, el mundo desapareció para mi, solo estábamos los dos, yo no podía dejar de observarla. Fue un baile más que mágico.

A continuación hicimos guardia y bailo con sus familiares. Terminada esa pieza nos retiramos a cambiarnos ya que venia el baile moderno. La verdad con esa falda se veía increíblemente atractiva.

Una vez terminado, regresamos a ponernos la ropa formal. Yo lo hice a medias. Era hora de disfrutar la fiesta, así que ya solo me cambie el pantalón y a la camisa le doble, las mangas, ahora estaba más cómodo.

A pesar de que de lejos la observaba como bailaba y reía sin parar. Yo no me atrevía a acercarme a ella. Cuando estaba a punto de terminar la fiesta y muchos de los invitados ya se habían retirado, me acerque a ella y le pedí que bailara conmigo. No era una canción movida, pero tampoco era una balada como tal; pero la estábamos bailando casi como si fuera un vals. Un vals donde estábamos solos. Todo el tiempo viéndonos a los ojos.

Cuando iba a terminar la canción acerque mis labios a su oído derecho y me atreví decirle —“Eres hermosa princesa”—, me retire un poco para ver si reacción, al ver que sonreía decidí acercar mis labios a los suyos. Primero fue un beso tierno, como si selláramos los labios juntos. La acerque más a mi, quite una mano de su pequeña cintura y le sostuve el rostro todavía mas cerca del mio, ella tímidamente abrió los labios. El beso se hizo más intenso. Le di un pequeño mordisco en el labio . Sentía como temblaba. Sentía su calor. No puedo creer que me hubiera atrevido a besarla.

Termine dándole un pequeño beso en los labios, me retire un poco y le dije —“en verdad me alegro a verte conocido Jazz”—. Le di un beso en la mejilla y y le dije —“Te veré pronto”— me di media vuelta y la deje sola en medio de la pista.

Era tarde, y todavía tenia un largo camino a casa. Todo el trayecto tenia el sabor de esos labios dulces. Tenia impregnado su olor, un olor dulce floral. Que me acompañara y hará recordar que alguien me espera a mi regreso.

Por fin llegue a casa cerca de las cuatro de la mañana. Estaba tan cansado. Mañana era un día largo, tenia que dejar muchas cosas preparadas. Y hacer las maletas. El viaje era lunes a primera hora.



------------------------------



Bueno el viaje que hice hacia mi país me recordó los motivos por los que me aleje de ahí. Y mi estancia fue más larga de lo que creí. Pensaba ir un mes a lo mucho. Pero la salud de mi madre, estaba delicada; hasta que no lo viera en mejores condiciones no podía dejar el hogar. He perdido un semestre en el colegio. No importa. Hay tiempo para recuperarlo. Lo único que me mantenía con la esperanza de regresar era ella. Moría para verla. Casi tres meses lejos de ella, no saber ni tener noticias, me mataba.

Es sábado por la tarde, he regresado por fin a mi hogar. A lo que considero mi hogar. Sin duda el lunes iré a buscarla a la salida de su colegio. Solo unas cuantas horas más y veré esa sonrisa mágica y esa mirada que hechiza. Es tarde, y estoy cansado después de tantas horas de viaje.

En cuanto entro al departamento dejo botadas las maletas en la entrada. Llego casi arrastrando los pies a la recamara. Y sin cambiarme de ropa, me tiro en ella. Sin cambiarme ni nada. Lo único que sé es que tendré un sueño maravilloso. El solo pensar que en un par de días la podre ver y decirle lo que siento y como me siento, hace que sonría como un idiota. Solo espero que no me rechace.



------------------------------



Bueno el viaje que hice hacia mi país me recordó los motivos por los que me aleje de ahí. Y mi estancia fue más larga de lo que pensé. Pensaba estar un mes a lo mucho. Pero la salud de mi madre, estaba delicada; hasta que no lo viera en mejores condiciones no podía dejar el hogar.

He perdido un semestre en el colegio. No importa. Hay tiempo para recuperarlo. Lo único que me mantenía con la esperanzara de regresar era ella. Moría para verla. Casi tres meses lejos de ella, no saber ni tener noticias, me mataba.

Es sábado por la tarde, he regresado por fin a mi hogar. A lo que considero mi hogar. Sin duda el lunes iré a buscarla a la salida de su colegio. Solo unas cuantas horas más y veré esa sonrisa mágica y esa mirada que hechiza. Es tarde, y estoy cansado después de tantas horas de viaje.

En cuanto entro al departamento dejo botadas las maletas en la entrada. Llego casi arrastrando los pies a la recamara. Y sin cambiarme de ropa, me tiro en ella. Sin cambiarme ni nada. Lo único que se. Tendré un sueño maravillosos. El solo pensar que en un par de días la podre ver y decirle lo que siento y como me siento, hace que sonría como un idiota. Solo espero que no me rechace.



------------------------------



Por tener que arreglar unos papeles en la universidad, hoy lunes se me hizo imposible ir a su colegio. Aparte como me encontré a Raúl, no tuve ninguna excusa para retirarme. Así que a a la hora que esperaba verla me encontraba con Raúl, que me estaba poniendo al tanto de todo lo que había sucedido en mi larga ausencia.

Me entere que Jazz, no se ha olvidado de mi, que ha preguntado por mi, y si no lo ha hecho directamente, su amiga, la vecina de Raúl, lo ha hecho.

También me he enterado que Vanessa se ha obsesionado por mi, y por lo mismo ha acosado a Raúl, que era el encargado de ir seguido a mi depa para ventilarlo y que no guardara olores, darle de comer a mis peces, regar mis plantas. Se que muchos piensan que esos detalles no nos importan a los hombres. Pero a mi sí. Es mi hogar y debe ser acogedor. Y también era el encargado de usar a ratos el auto, para que la batería no fallara.

Gracias Raúl. Por estar al pendiente del depa —le dije mientras me contaba las noticias.

Sabes que para eso estamos hermano, cuando quieras, ¡ya sabes! —contesto —además con ver todas las veces que iba a ese mujeron, me doy por bien pagado. No tienes idea como me preguntaba por ti, ¿qué cuando volvías? ¿qué si no tenia forma de localizarte? Ya la tienes servidita y caliente para cuando gustes ¿Eh? Suertudote —seguía diciendo.

Ya sabes lo que pienso de ella... —comencé a decir.

Sí, lo sé, en verdad sigues pensando en ¿Jazz? — pregunta —Es una niña, tiene quince años, y tu vas a cumplir en unos meses veintidós años, hermano —dice preocupado.

Lo sé, pero es que no se que me pasa cuando estoy cerca de ella sé... —contesto con dudas — sé que casi no la conozco. Pero ella es diferente, tiene algo especial. Quiero hablar con ella y decirle como me siento. Quizás no lo entienda y hasta me rechace, no lo sé. Pero tiene que saber que yo...

¿Estás seguro de querer hablar con ella? —pregunta —y si ¿ella no...?

Sera mejor que sepa que piensa ella al respecto. —dijo firmemente —ya esta decidido mañana iré a buscarla a la salida del colegio. Y tratare de hablar con ella.

¿Quieres que te acompañe? —me dice.

¡Gracias!, será mejor que vaya solo —digo mirando el reloj. —Y hablando de ir. Ya es tarde, y mi casa no está a cinco minutos de aquí. Será mejor que me vaya —me levanto del sillón —platicamos luego, ¿sale?.

Te acompaño —y camina a mi lado.

Estando fuera de su casa, cuando nos estábamos despidiendo. Raúl me hace una seña con la cabeza para que voltee a ver algo. Yo lo dudo un poco. Cuando lo hago no lo puedo creer. Ahí está. Y me esta viendo. Le sonrío. Ella hace lo mismo.

Cuando decido que voy a ir a saludarla. Una camioneta negra se estaciona frente a ella. Y alcanzo a escuchar que alguien le grita “freaky” o algo parecido, me imagino que es su hermano menor. Suele ser una molestia. Aún recuerdo durante todos los ensayos se la pasando haciendo sus “bromitas “ a todo mundo.

Ella sube y se van.

Ni modo, mañana será el día —respondo incluso antes de que Rulo diga algo. —Bueno Rulo, ahora si ya me voy, que mi casa no esta a cinco minutos. Me espera un largo viaje todavía.

Subo al auto, pongo algo de música, y tomo el camino que me llevara a casa. —Mañana será el día —pienso.

A pesar de que solo la vi unos instantes, para mi fueron suficientes. Hoy después de tanto tiempo sin ver su rostro. Lo puede ver nuevamente con una sonrisa que era para mi.



------------------------------



Como me fui tanto tiempo. En estos momentos aún no tengo trabajo el que tenía tuve que dejarlo por no saber realmente por cuanto tiempo me iría de viaje. Así que mis mañanas las tengo para hacer “nada de nada”. Me despierto tarde, ahora no hay motivo para madrugar. Busco que desayunar. Me preparo algo ligero. Mientras espero que el pan se caliente, me preparo una taza de café. Y prendo la lap. Tiene varias semanas que no reviso el mail.

Cuando veo la hora. Va a ser el mediodía. Sé que apenas tengo tiempo de darme una ducha y salir sin tanta prisa, para verla a la salida del colegio.

Media hora después. Voy de salida del depa, cuando me encuentro a Vanessa en el estacionamiento.

¡Ian! —grita al verme —¡Ian, no sabes el gusto que me da saber que ya regresaste! —me dice con alegría. —me entere por Mauro que llegaste el sábado en la noche, ¡que malo eres!, no me fuiste a saludar —me dice mientras me da una abrazo, dónde siento todas sus formas.

¡Vanessa! ¿Como has estado? —contesto secamente —la verdad no sabia que tenía que irte a saludar, en algún momento nos íbamos encontrar ¿no?

Pero no es lo mismo ¡Tonto! —me dice mientras me abraza nuevamente —vieras que te extrañe mucho. ¡que te parece que para darte la bienvenida que te mereces te invito a mi casa esta noche y celebramos tu regreso. Con una cenita, un vinito y haber que más ¿Te parece?

En verdad gracias, pero hoy no es un buen momento —contesto más por compromiso que por gusto —Quizás más adelante. Si me disculpas, me tengo que ir.

¡Claro! —se acerca y me da el beso, en la mejilla. Bueno tendría que decir que fue en la comisura del labio.

Subo a mi auto y salgo a carretera.

Pero bueno, lo que son las cosas, ¿qué le pasa?, ¿una cenita, vinito y haber que más...? jajaja —río de acordarme de la conversación con Vanessa —la tentación a la puerta de mi casa jajaja.

Cuando me doy cuenta. Ya estoy frente al colegio de ella. Ahora solo es cuestión de buscar donde estacionarme. Tiene que ser un buen lugar para ver cuando salga.

Minutos después comienzan a salir. Aún no la veo. Después de más de diez minutos . Ahí está. Veo como se esta despidiendo de sus amigas. Cuando estoy a punto de bajar del auto para que me vea. Me detengo. Un chico se acerca a ellas. Lleva algo en las manos. Le entrega algo. Le da un beso y se va. Trato de ver que le entrego. Alcanzo a distinguir una pequeña caja y un ramo de flores.

¡No lo puedo creer! ¿Quién es este tipo? —grito dentro del auto. Cierro la puerta de un portazo.

Estoy más que furioso. ¿Pero quién esa imbécil? ¿Cómo? ¿Cuando?. Gritando pestes arranco el auto sin dirección alguna. Lo único que quiero es alejarme lo más pronto posible de este lugar. Lo que más me revienta es que a ella le encantaron sus regalos.

Pero ¡claro!, es más que obvio que ella tenga novio, ella es tan... —grito mientras le doy un golpe al tablero del auto.

Piso al fondo el acelerador. No me importa nada. Lo único que quiero es alejarme de aquí. Lo más rápido posible. Sin darme cuenta ya estoy en la zona hotelera. Busco donde estacionarme. Y voy a la playa más cercana.

Me quito los zapatos y así sin pensarlo me zambullo en el mar. De alguna forma tengo que sacar el coraje. La frustración que siento en estos momentos. No se cuanto tiempo llevo dentro del mar. No he parado de nadar ni un instante. Comienzo a sentir como se me empieza a acalambrar el pie izquierdo. Sera mejor que salga y descanse. Antes que me pase lo mismos en el otro pie.

Salgo del mar y me siento a la orilla de este. Observo el ir y venir de las olas. Comienzo a sentir cómo la paz me empieza a invadir. No se lo que me pasa. Comienzo a sentir cómo las lágrimas empiezan a descender por mi rostro.



------------------------------



Despierto con un dolor de cuerpo. Me duele todo. Aún no recuerdo ni como llegue casa. Aun esta obscuro, busco el teléfono para ver la hora. Van a dar las cinco de la mañana. Tengo mucha sed. Salgo de la habitación a obscuras. Busco un poco de agua. Por más que recuerdo, no entiendo que fue de mi. Lo último que recuerdo es que estaba en la playa. No entiendo.

Apago la luz y voy a la sala. No se si prender la lap o la televisión para distraerme un poco. Llego al sillón y cuando me siento...

¡¿Pero qué demoni...?! doy un salto cuando siento un bulto en el sillón.

¡¿Cabr...?! ¿Qué haces? —escucho la voz de Rulo, gritandome.

Prendo la luz y lo veo recostado en el sillón, cubierto con una sabana.

¿Pero que haces aquí? —pregunto, sin entender nada.

¿Cómo que que hago aquí? —pregunta con cara de dormido. —¿No recuerdas nada?

La verdad no; recuerdo que estaba en la playa. Y hace unos minutos desperté aquí. La verdad es que no entiendo.

Bueno —suspira resignado —después de todo el tequila que tomaste es más que obvio que no recuerdes nada. —Ayer en la tarde. Cerca de las 6 de la tarde me hablo Karla, un poco preocupada. Me dijo que estabas en playa tortugas; que estabas sentado en la orilla del mar. Que se acerco a saludarte y que tu no te movías. No le contestaste. No sabia que hacer; estaba asustada y me hablo. Yo llegue lo más pronto posible. Estabas destrozado. Cómo pude salimos de la playa. Al principio te iba a llevar a mi casa. Pero decidí que lo mejor es que estuviéramos a solas para que te desahogaras o durmieras. Lo que quisieras. Así llegamos aquí.

¡En serio! —pregunto confuso. —No recuerdo nada.

En verdad te vi mal, como nunca te había visto. —continuaba explicando Rulo —mi intención era llevarte a tu recamara y que descansaras. Pero no quisiste. En cuanto llegamos buscaste el tequila. Te lo tomabas como agua. Sacaste más botellas, y empezamos a tomar los dos. No se nos habremos terminado fácil 3 botellas o quizás mas; no lo sé. Por más que te pregunte por que estabas así. No dijiste ni una palabra. Solo decías que todas son iguales. Que no valían la pena. Hermano ¿Qué fue lo que pasó ayer en la tarde? ¿Porqué te pusiste así?

Sabes no quiero hablar del tema. Aún no. Hoy tengo que ver si es verdad. Ya después te contare. —me acerco a él —¡No se como pagarte por ayudarme! —le digo mientras le doy un abrazo.

Bueno, para empezar puedes hacer dos cosas: primero dame dos aspirinas, siento que la cabeza me va a estallar; y segundo has unos chilaquiles bien picosos o algo para la resaca ¿no? —dice comenzando a reírse.

¿Yo cocinar? —contesto riendo —Lo primero si lo puedo cumplir, ahora te las doy; y lo segundo. Conozco un lugar donde venden unos tacos deliciosos y aparte está abierto a estas horas. —contesto dandolé una palmada en el hombro —¿Te apetece?

Sale, vale, ¡vamos que estoy muriéndome! —contesta levantándose —¿Quién nos viera ¿no?, a las cinco de la mañana salimos a comer unos tacos jajajaja.

¡Con una chela bien fría¡ — riendo contesto —no hay nada mejor que eso, para la resaca que traemos ¿no?, así que alistate que nos vamos a comer.



------------------------------



Después de comer. Regresamos a casa. Y al preguntarle por mi auto, me dijo que se había quedado donde lo deje en la tarde. Después de prestarle ropa. Nos duchamos. Y salimos rumbo a la carretera. Ya que él todavía tenía que pasar a su casa e ir unas horas después a la universidad.

Llegamos por mi auto. Aunque esta prohibido dejarlo aquí toda la noche. Ni multa ni cadenas tenía. Tuve suerte.

Bueno ¿qué vas hacer hoy? —me pregunta —¡No vayas hacer otra tontería como la de ayer!

Aún no se —contesto —Pero no te preocupes, y te repito, ¡Gracias hermano!, esto nunca lo olvidare.

¡Ya sabes para eso estamos! —dice cuando empieza a moverse el auto. ¡Cuidate y luego nos vemos!

Cómo es temprano decido, dar una vuelta. Aún no puedo creer lo que vi ayer. Así que he decidido buscarla hoy. Para aclarar las cosas. Cuando veo que la hora de salida se acerca. Regreso al auto y conduzco hacia su colegio.

Cuando veo que comienzan a salir. Bajo del auto para que ella me vea. Cuando estoy a unos pasos de ella. Veo exactamente lo mismo que el día anterior. Ese chico entregándole más flores, alguna caja de chocolates y nuevamente le da un beso.

Me quedo parado como idiota. Al ver lo feliz que está con sus regalos de “su novio”.

No tiene caso —me digo.

Me doy media vuelta. Voy regresando a mi auto me detengo, en verdad no puedo ser tan cobarde. Doy nuevamente la vuelta para hablar con ella y choco con “su novio” el cual cayo al suelo por el impacto. Le ayudo a levantarse. Veo que solo es un chico. Un chico que a mi lado no es competencia. Un chico cualquiera. Pero...

Disculpa no te vi. —le digo.

Mientras le ayudo a ponerse nuevamente de pie. Veo que me observa. ¿Se habrá dado cuenta que los estaba observando? —me pregunto.

No te preocupes — me responde y sigue su camino.

Veo cómo se aleja y sube a un automóvil. Pensando las cosas. Él la merece más que yo. El le puede ofrecer cosas que yo no. Tiene la ventaja de que son de la misma edad.

No tiene caso, que le quiera arruinar sus sueños —pienso —no puedo ser tan egoista.

Doy media vuelta. Subo a mi auto. Esperando que ella no me haya visto y conduzco a casa. Más o menos en 30 minutos llegue. Aparque en mi lugar y subí. Pero en lugar de detenerme en la puerta con el numero ocho, estoy enfrente del numero cinco. Y toco.

¡Ian! ¿Cómo estas? — me dice con alegría Vanessa.

¿Estás ocupada? —pregunto.

¡Para ti! Nunca — me dice mientras me abraza el cuello y me da un beso.

Entramos a su departamento y no salí de ahí hasta la mañana siguiente.



------------------------------



A la mañana siguiente salí de su departamento. Sintiéndome peor de lo que me sentía que cuando entre. Por más que quería olvidar no podía. En su rostro solo podía ver el rostro de ella. En mas de una ocasión estuve a punto de decir su nombre.

¡Ian! ¿Tienes planes para hoy? —pregunta Vanessa.

En un rato voy ir a ver al Rulo ¿Por? —pregunto aunque en realidad no quiero saber la respuesta.

Pero después de lo que paso anoche. Tengo que tratar de ser más amable con ella.

¿Raúl?, es el chico que venía a tu casa ¿cuando no estabas? —pregunta.

Sí, ¿por? —contesto lo más amable que puedo.

¿Tiene novia?

¿No? —no entiendo a donde quiere llegar.

Y ¿Sí nos invitas a comer?. A Caro y a mi —responde ante mi cara de no entender nada.

Caro está sola, como él. Y el día que lo vio le encanto. Quizás pueden ser más que amigos ¿No crees?, la soledad no es muy buena que digamos. Que sea una cita de parejas ¿Quieres? —pregunta.

Mmmmh, no sé, deja hablar con él, y en un rato de digo ¿ok?

Vale, pero no tardes por si le tengo que avisar. Y si mejor le hablas desde aquí —me dice dándome su teléfono.

No con muchas ganas le marque a Raúl. Cuando le explique el motivo de la llamada, estuvo a punto de dar un grito de alegría, pero se contuvo. Así que me puse de acuerdo con él y colge.

Salimos en dos horas más o menos —le dije sin mirarla —espero que estén listas a tiempo.

Por supuesto —me contesta —se acerca me da un beso y entra a su departamento.

Yo sintiéndome mal por muchas cosas. Camino sin mucho animo a mi departamento. Aún no puedo creer que haya hecho ayer eso.

Fue un gran error —pienso, mientras me dirijo a mi habitación.

Dos horas después en mi puerta están dos hermosas mujeres. Con cuerpos espectaculares. Esperando para ir a comer. Ambas me dan un beso en la mejilla. Claro Vanessa es más efusiva conmigo. Bajamos a buscar mi auto y nos dirigimos rumbo a casa de Rulo.

Cuando llegamos a su casa. Nos bajamos del auto y comenzamos a platicar. Sale casi inmediatamente Rulo de su casa y cuando íbamos a entrar al auto. Alguien me habla.

¡H-h-hola Ian! ¡Hola Raúl!, ¿Cómo están? —pregunta tímidamente.

¡Hola Jazz! ¿que haciendo por aqui? —contesta Rulo.

Pues estoy viniendo a estudiar con Bere, mis calificaciones bajaron un poco y me esta ayudando —responde al saludo de Rulo.

Yo como estaba de espaldas a ella, no quiero voltear a verla. No quiero.

¡¿Ian...?!, ¿estas bien? —vuelve decir.

¿Qué...? mmmh ¡Asi! ¿hola, como estas? —contesto sin voltear.

¿Qué tienes? ¿estas bien? —sigue preguntando —Tenia tanto que no nos veíamos que creí que te daría gusto verme pero...

¿Gusto? Mmmh ¿Gusto de qué? —contesto golpeadamente —¿Gusto de que una niña venga a interrumpirnos?

Tomo el brazo de Vanessa y la jalo hacia mi. Aun no se porque pero lo doy un beso largo y profunda ahí. Donde se que ella nos esta observando. Volteo a verla con cara triunfante. Por un momento estuve a punto de acercarme a ella y explicarle el motivo de mi actitud. Pero no pude. Mi machismo no me dejaba.

¡Entiendelo de una vez! —le digo casi gritándole —Eres una niña.

¿Que? Pero no entiendo ¿de que hablas?, y-y-yo solo te quise saludar. —contesta casi llorando.

¿Cómo te lo digo para que entiendas? — le contestaba con rabia. —¿Crees que no se que me has buscado? ¿que estas obsesionada conmigo?

P-pe-pero, no entiendo qué... —comienza a decir pero la interrumpo.

¡Fue un beso. Sólo un beso. Un insignificante beso. Un beso que le di a una niña! —con voz alta le decía —Entiendelo bien. Eres solo una niña, una mocosa que no sabe nada. Yo necesito a alguien de mi edad. Alguien que me comprenda. Lo ultimo que necesito es una niña a la que le tenga que enseñar todo y cambiarle hasta los pañales.

P-pe-pero... —trataba de contestar, pero no la dejaba.

Nada de peros, metetelo en la cabezita, sino la tienes hueca —le gritaba mientras con el dedo índice le tocaba la sien. —¡Eres solo una niña! Y no me interesas. ¿está claro?, o ¿te lo explico con palitos y bolitas? —seguía gritándole —¡dejame en paz! ¿Ok?

Me doy la vuelta. No podía seguir viéndola. Sus primeras lágrimas comenzaban a caer. No quería ser débil. No con ella.

Chicos vámonos de aquí, creo que empieza a oler a pañal sucio, o algo así, que mami ya no tarda en salir a cambiar el pañal —les digo a los demás, mientras abrazo Caro y Vannessa. Y nos dirigimos hacia el auto.

Raúl, va al lado de Jazz, trata de consolarle. Yo lo único que quiero es irme lejos de ahí. Necesito alejarme de ella. No soporto verla así. Quiero abrazarla pero no puedo.

¿Vas a cambiar el pañal tú Raúl? —le grito con risas forzadas. —¿Vienes o te quedas?

No quería voltear hacia donde estaba ella. Lo que quería en ese momento era abrazarla. Pedirle perdón. Decirle que era un patán. Que este teatro que había hecho, era para que sintiera lo que yo había sentido las dos ultima vez que la había visto.

¿Ian?, ¿Cómo que se te paso la mano no crees? —decía con mala cara Rulo. Entrando al auto

¿Crees?, no creo —contesto con melancolía —Creo que es lo mejor que pude hacer por ambos.

Arranco el carro y partimos lejos de ahí. Lejos de ella. Lejos.

Aunque realmente no creo que haya sido la mejor solución. Trato de convencerme que fue lo mejor que puede haber hecho. Por el bien de ella. Y quizá también por el mio. Aunque mi corazón lo que grita es que de la media vuelta y regrese a su lado, que le pida perdón; que le explique mis motivos; tratar de borrar cada lágrima que derramo por mi... pero no puedo... pero...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...